El último fichaje de
Joaquín Caparrós como director deportivo se erigió, a la postre, en uno de los más productivos de su etapa al frente de esta parcela. En principio, la intención era atarle para la siguiente temporada al
quedar libre en junio, pero se puso a tiro la posibilidad de aterrizar en enero
por un precio irrisorio y los nervionenses lo aprovecharon, quizás con vistas a que su aportación llegara a medio plazo, una vez que se adaptara a su nuevo equipo.
Sin embargo,
Munir El-Haddadi no tardó en acoplarse a la plantilla blanquirroja y ofreció un rendimiento inmediato, hasta el punto de convertirse en pieza importante, sobre todo cuando descendió el acierto de cara a portería de
Ben Yedder. En total, el hispano-marroquí ha marcado siete goles en 20 choques, lo que supone un promedio de 0,35 tantos por encuentro, siendo de largo el fichaje más decisivo de los tres que se realizaron en el mercado invernal, en el que también llegaron
Marko Rog, prácticamente intrascendente, y
Max Wöber, al que una lesión le restó protagonismo cuando empezaba a apuntar maneras.
Este registro está muy próximo a los 0,37 goles por duelo que logró con el
Alavés en la
17/18, la mejor campaña como profesional del delantero, pues logró 14 goles en 37 choques. En el resto de destinos siempre ha presentado cifras inferiores a las conseguidas como blanquirrojo en tan sólo cinco meses. Se ha aclimatado con facilidad y ha contado, sobre todo,
con la confianza de Caparrós, que no dudó en situarlo arriba junto a
Ben Yedder o volcado a la izquierda, donde realizó, posiblemente, sus mejores partidos, como contra el
Rayo.
Así, superó la media de 0,21 tantos por envite presentada en el
Barça merced a 12 tantos en 56 choques, llamando la atención que sólo en media vuelta haya logrado los mismos goles que hizo con el
Valencia a lo largo de la campaña 16/17, cuyo promedio realizador fue de 0,19 goles por encuentro.
Se hace un huecoCon este rendimiento, Munir se ha ganado el respeto de la afición sevillista y un hueco en el
Sevilla 19/20, en el que parte como uno de los componentes del ataque del primer proyecto de
Monchi tras su regreso. De momento, el hispano-marroquí comparte demarcación con
Dabbur y
Ben Yedder, cuya hipotética salida obligaría a buscarle un nuevo compañero a
Munir y al israelí. Lo cierto es que en el club han depositado muchas esperanzas en que el ex del Barça, que hizo los deberes el curso pasado, mantenga ese gran nivel.