Un once brota en el reparto equitativo

En lo que a resultados se refiere, la pretemporada sevillista está siendo inmaculada hasta la fecha. Ocho amistosos, ocho victorias. Pero a Lopetegui lo que le importa es que su equipo vaya asimilando sus ideas y acumule la necesaria carga de trabajo que debe servir de base para una larga campaña. En este sentido, las sensaciones también son positivas, pues el equipo, con el físico que le han inyectado los fichajes de Monchi, básicos para subsanar esa evidente carencia, da muestras de estar asimilando de forma veloz los conceptos del técnico vasco: orden defensivo, presión incisiva tras pérdida y verticalidad, replegando en pocos metros y atacando con transiciones rápidas, con laterales largos y extremos a pierna cambiada, sin renunciar al balón en largo en la salida.

Para conseguir todo eso, era crucial que el ex seleccionador tuviera la base de su bloque con bastante tiempo de antelación, para lo que Monchi se ha dado prisa, cerrando el décimo fichaje el pasado 23 de julio.

Ahora, aún debe llegar un elemento diferencial para el ataque (el gran deseado es Bergwijn), a la espera de lo que suceda con Ben Yedder, y se apuntalará también la portería y puede que el lateral diestro. Pero la base ya está conformada y, según el propio Lopetegui, todo marcha "en los plazos previstos".

La operación salida se ha atascado y eso ha hecho que el preparador sevillista haya utilizado la friolera de 36 jugadores (incluidos varios canteranos), pero en realidad son 20 los que acumulan una carga de minutos similar, entre 200' y algo más de 300', contando entre ellos a Reguilón, que se perdió los dos últimos partidos por lesión y se ha quedado en 195'.

En ese grupo están jugadores que aún podrían salir como Nolito, Corchia o Sergio Rico, mientras que, por contra, destaca la poca participación de Ben Yedder (108'), siendo justificada la de Bryan Gil, que ha sido el último en incorporarse.



A tenor de ese medido reparto, y a dos semanas del debut liguero ante el Espanyol en Cornellà, un once tipo comienza a florecer, con Vaclik fijo en la meta.

En la zaga de cuatro, nadie duda de que Navas es el amo y señor del carril diestro (aunque Corchia ha jugado 23 minutos más, el palaciego, que regresó más tarde, lo ha hecho en las citas más importantes); mientras que en la izquierda, el reparto entre Reguilón y Escudero estaba siendo idéntico hasta la lesión del madrileño, que debe llegar a tiempo para la primera jornada de LaLiga y cuenta a priori con más cartas para ser titular.

En el eje, por su parte, los dos refuerzos, Koundé y Diego Carlos, son de los futbolistas que más han jugado y se espera que sean ellos los que comanden la zaga, si bien Carriço no se queda atrás, con Wöber con mucho menos protagonismo (también en parte por las lesiones) como cuarto central, y con Kjaer, Sergi Gómez y Gnagnon en la rampa de salida.

De ahí en adelante, la revolución ha llegado a la sala de máquinas, cumpliéndose también el objetivo de tener todas las posiciones dobladas. Así, Fernando parte como pivote titular (Gudelj ha sido el último refuerzo en llegar), con Banega y Joan Jordán como interiores, aunque Óliver y el 'Mudo' han participado prácticamente igual que ellos, si bien en las pruebas de más enjundia siempre actuaron juntos el rosarino y el ex del Eibar.

En ataque, por último, Ocampos y Munir han disfrutado del mayor protagonismo en los costados, con Pozo y Nolito igualmente rodados, aprovechando las citas de menos nivel (el filial del Dallas o los reservas del Hoffenheim), mientras que en punta, Dabbur, en contra de lo que pudiera parecer, ha tenido casi media hora más de juego que De Jong, pero el holandés siempre fue la referencia de inicio en los 'amistosos A' y el israelí ha sido utilizado también en banda, con Ben Yedder, de momento, en segundo plano.

Con esos mimbres, Lopetegui empieza a dar muestras de un posible once tipo (Banega no estará en el estreno por sanción), pero a la vez los tiene a todos enchufados, clave para elevar la competencia en cada puesto.