Lo tangible, lo que se puede palpar, son los tres puntos. Ésa fue la gran noticia para el
Sevilla en el estreno liguero con un sólido triunfo (0-2) en Cornellá-El Prat ante el
Espanyol. Tres puntos de la primera jornada que, unido al hecho de abrir la segunda fecha liguera, ponen al alcance de la mano nervionense el siempre apetitoso caramelo de ostentar el
liderato de Primera, por mucho que el calendario marque aún la página de agosto.
Para ello, para seguir echando cemento sobre la base del ilusionante proyecto desde la tranquilidad que aportan la clasificación y los resultados positivos, sólo necesita sumar en su visita a
Los Cármenes. Una tarea que no le resultará nada sencilla a los pupilos de Julen
Lopetegui, que ya probaron en sus carnes hace sólo unos días la ambición y el atrevimiento que tiene este Granada de
Diego Martínez, que venció al Sevilla en el amistoso del pasado día 9 (2-1) y que demostró en el debut liguero en Villarreal con un 4-4 que, si bien le falta equilibrio y solidez defensiva, puede resultar muy peligroso si le proponen un intercambio de golpes.
Desde luego, no es ése el guion que llevará el
Sevilla. Aunque el resultado es lo que prima, a buen seguro en las oficinas de la carretera de Utrera supieron valorar por encima de todo la imagen de equipo compacto, trabajado y solidario ofrecida en el RCDE Stadium, donde siempre tuvo el partido bajo su control. Hay entrenadores que se marchan de un club tras varias temporadas sin conseguir que sus pupilos funcionen como un bloque y que resisten viviendo exclusivamente de individualidades.
Es difícil hacer que un grupo de desconocidos (hay 11 fichajes y un cuerpo técnico nuevos) se ayuden, se entiendan y se complementen como Lopetegui ha conseguido que hagan los blanquirrojos en sólo dos meses de trabajo.
Por todo eso, no se espera que el vasco haga muchos cambios hoy, en su segundo encuentro seguido a domicilio. La única novedad podría ser
Banega, a quien el exseleccionador ha entregado la organización y que está deseando formar en una medular donde contará con el músculo y la omnipresencia de
Fernando y
Joan Jordán. El argentino, que el curso pasado cargó él solo con las competencias que hoy asumirían entre los tres, entraría por
Óliver Torres, quizás la pieza más débil del engranaje en el debut. Con Diego Carlos y Ocampos recuperados de las molestias que arrastraron a principios de la semana, ambos se prevén titulares, con Jules Koundé y Rony Lopes (ayer entró en su primera lista) esperando por si acaso. Nolito, que ha sido capaz de pasar de estrellado a estrella, apunta a que seguirá en un once al que no entraría un Munir que, sin Dabbur, es la única alternativa a De Jong.
Enfrente, medio Nervión. No sólo
Diego Martínez, un 'Emery en potencia'. También hay otros exsevillistas como Víctor Díaz, Martínez, Jan Eteki y hasta un Carlos Fernández que entró en la lista y podría vivir un debut como nazarí bastante especial.