Análisis ED

Las claves de un derbi muy diferente

Las claves de un derbi muy diferente
Rubi y Lopetegui se verán las caras en un derbi muy condicionado. - Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 6 min lectura
El derbi del jueves será diferente a todos los que se hayan disputado hasta ahora a lo largo de la historia, pues nunca se han dado circunstancias como las actuales. Cierto que se dirimieron unos minutos a puerta cerrada en Getafe en aquella eliminatoria copera de la 06/07, pero en un contexto para nada similar al de la cita que reanudará LaLiga tras un parón de tres meses.

Esta situación extraña propicia que entren nuevos factores a la hora de realizar un análisis, claves esenciales que condicionan por completo este partido y que se suman a las que ya se intuían antes de que la pandemia paralizara el fútbol y a la sociedad en general.


Sin público

Es quizás la principal anomalía, ya que el protocolo de seguridad por el COVID-19 ha privado al segundo derbi de la temporada de su espectacular ambiente, el que se esperaba en el Sánchez -Pizjuán antes de que ocurriera todo esto. Obviamente, el principal perjudicado es el Sevilla, ya que, a diferencia del Betis en la primera vuelta, no contará con el plus del apoyo de los suyos, por lo que el factor cancha pierde valor.


El estado físico

Otro de los factores decisivos y, a día de hoy una incógnita. Tras unos entrenamientos marcados también por las normas de seguridad y que no han podido realizarse con normalidad, está por ver cómo responden los jugadores una vez que el balón ruede en el césped. Es obvio que el que llegue mejor físicamente tendrá mucho ganado en el reencuentro con la competición oficial. No en vano, la propuesta nervionense precisa un enorme desgaste físico. Por otro lado, tanta inactividad puede provocar problemas musculares o lesiones, lo que también podría influir en el desarrollo del choque.


El funcionamiento de los automatismos

Los dos equipos llegaron al parón con los conceptos de sus técnicos asimilados -a los béticos les costó más trabajo- y será vital que en los entrenamientros los hayan refrescado a pesar de que sólo han podido entrenar todos juntos en la recta final. Lopetegui y Rubi han trabajado en los automatismos y quien logre ejecutarlos en el campo marcará la diferencia. Tiene mucha impoirtancia en el Sevilla al basarse en la cohesión y en un funcionamiento muy coral, pero también en el Betis por su estudiada forma de sacar el balón desde atrás y su juego de memoria.  


Corrección de las debilidades

Ha habido más tiempo para reflexionar que para trabajar, pero los dos técnicos han insistido en minimizar sus debilidades, algo clave para el jueves. El Sevilla ya había exhibido antes del parón un paso al frente en su principal caballo de batalla, la profundidad en ataque y el remate para dar sentido a su posesión, casi doblando en 2021 su media realizadora, pero todavía le quedaba camino por recorrer y obviamente la producción arriba resultará decisiva en el derbi. El lastre del Betis es en la otra faceta, en la contención, con problemas en las transiciones y un claro desequilibrio que le ha costado muy caro a pesar de su poderío arriba. Contra el Real Madrid evidenció una cierta mejoría que precisa prolongar tanto en el derbi como en las otras 10 jornadas para mantener opciones europeas hasta el final.


Individualidades

Pesan más en el Betis que en el Sevilla, al menos hasta el parón, pero qué duda cabe que en ambos bandos hay jugadores capaces de desequilibrar el partido. En los de Rubi, por supuesto, Fekir, con la habilidad de generar de la nada y cambiar un partido en una acción. A él se suman también Canales o el propio Loren, mientras que en los nervionenses el matiz desestabilizador corre a cuenta de Ocampos, si bien este Sevilla de Lopetegui, construido sobre el concepto de bloque, no se entendería sin el equilibrio de Fernando, la magia de Banega y la fortaleza atrás de Diego Carlos, sin olvidar a Suso, con talento para ser fundamental.


Los capitanes

No se les ha nombrado en las individualidades porque merecen un capítulo propio. Jesús Navas y Joaquín encarnan los valores de sus equipos, de sus colores, como los dos grandes referentes que son, pero, además de esta condición de emblema y su tremenda experiencia en la rivalidad hispalense, alcanzan el derbi como piezas determinantes. El palaciego como el mayor generador de peligro nervionense con sus innumerables subidas y centros al área desde la diestra, y el portuense como el segundo máximo realizador tras Loren con diez dianas. Los dos capitanes, lo más veteranos de ambas plantillas y adalides del verdadero espíritu del derbi.
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