¿Óscar, bien o mal? Las sensaciones y las cifras se contradicen

En muchas ocasiones las sensaciones sobre el campo no se corresponden con la frialdad de los números y las estadísticas revelan una realidad que no se ha apreciado sobre el terreno de juego por diferentes circunstancias. Ocurre a nivel colectivo y también individual, caso, por ejemplo, de Óscar Rodríguez en el Wanda Metropolitano.

El centrocampista fue el primer cambio de Lopetegui en busca de una mayor movilidad y dinamismo en la circulación y de la posibilidad de ensayar el disparo desde fuera del área, faceta en la que destaca el madrileño. En cambio, se apreció a un Óscar más voluntarioso que acertado, que no había elegido las botas idóneas porque se resbaló una y otra vez y en alguna que otra situación comprometida, lo que lastró la imagen que dio en el tiempo que estuvo sobre el campo.

En cambio, un vistazo a las estadísticas ofrece una visión diferente de su rendimiento ante el Atlético, con aportación tanto en el balance ofensivo como en el defensivo. De hecho, la web especializada en estadísticas Whoscored, le otorga el mayor rating del Sevilla, con 7.00 en los 31 minutos que jugó, fruto de que encabeza la tabla de pases claves, con dos junto a Koundé -ya cada vez sorprende menos ver al central en estas listas ofensivas-, a lo que hay que sumarle que realizó un disparo, superado sólo por Rakitic (4) y En-Nesyri (3) y completó un regate. En su contra, dos controles desacertados.

A estos hay que añadirle que lideró el apartado de centros, con ocho, y también en los precisos, con tres, por lo que en la media hora que disputó contribuyó considerablemente a la circulación nervionense. También resultan reveladores sus datos sin balón, pues nadie realizó más entradas que él, con un total de tres, reflejo de su sacrificio defensivo y de que las sensaciones muchas veces no encajan con las estadístticas en un sentido u otro. Ya queda a juicio de cada uno.