Se trata posiblemente de la cesión de verano que pasó más desapercibida por no tratarse de una operación con gran repercusión para el club en los distintos ámbitos, sobre todo en el económico en comparación con la de
Rony Lopes o
Amadou, y también en el deportivo, donde se centra la atención en el caso de
Bryan Gil.
El central
Juan Berrocal pertenecía a la disciplina del
Sevilla Atlético y
únicamente disputó tres partidos con el primer equipo, por lo que prácticamente iniciaba su primera aventura profesional más allá de Nervión como
paso previo posiblemente a abandonar el Sánchez-Pizjuán sin dejar rédito, pues ya enfilará su último año de contrato. Sin embargo,
esta cesión está siendo la más fructífera junto a la de Bryan, pues el jerezano se ha convertido en
el líder de la defensa buergalesa y en una pieza clave en el equipo.
Berrocal ha jugado prácticamente todos los minutos en Segunda, pues sólo se perdió el choque contra el Fuenlabrada por sanción y únicamente partío desde el banquillo ante el Espanyol en la jornada 7, acumulando 2.057 minutos. Por lo demás, ha sido un fijo y ha evidenciado
una fiabilidad notable que le sitúa entre los defensores más destacados xe la Categoría de Plata.
No es casualidad que su valor se haya triplicado en Anduva, pasando de los
400.000 euros en los que Transfermarkt lo tasaba en octubre, a
superar el millón de euros en valor, más concretamente
1,2.
Ya hay clubes que se han fijado en él y
en verano se le presenta la oportunidad al Sevilla de conseguir algún rédito con su traspaso, lo que no se esperaba cuando se le cedió ya que termina contrato en 2022. Ahora,
en Nervión se ha creado un horizonte nuevo con el central, en el que había muchas esperanzas depositadas en la cantera y que está ofreciendo su mejor versión en Miranda de Ebro.
No se descarta ninguna vía, porque la dirección deportiva está muy satisfecha con sus prestaciones y sólo tiene 22 años. De momento, se ha abierto la posibilidad de conseguir un 'pellizco' inesperado con él.
Álvaro Palomo3 min lectura