Álvaro Palomo3 min lecturaCarlos Alcaraz se erige a día de hoy en una de las grandes atracciones del tenis mundial y su presencia en cualquier evento se trata de todo un acontecimiento. El número 2 del ranking ATP levanta pasiones y ocupa un lugar de privilegio en la lista de los principales torneos internacionales, donde cruzan los dedos para que forme parte de su elenco.
Como buena muestra de esta trascendencia, el tenista murciano se ha convertido en el fichaje estrella del mítico Roger Federer para liderar la selección europea en la próxima edición de la Laver Cup. Este torneo, propiedad de la leyenda suiza, enfrenta a un combinado del Viejo Continente con el Resto del Mundo y se celebra en Berlín del 20 al 22 de septiembre del próximo año.
El capitán del Team Europa, nada más y nada menos que otra leyenda del tenis como Bjorn Borg ha anunciado recientemente a Carlos Alcaraz como el primer seleccionado de los europeos para esta singular competición, lo que es un orgullo para el español y da una mayor relevancia a esta competición.
Semanas atrás, Roger Federer ya mostró su deseo de contar en el equipo europeo con los dos mejores tenistas del mundo en este momento, Novak Djokovic y Carlos Alcaraz, y ya ha conseguido reclutar al español para que se ponga a las órdenes Bjorn y de Thomas Enqvist.
Hasta la fecha, Alcaraz nunca ha disputado la Laver Cup, por lo que su participación en la edición venidera supondrá su debut en un evento que va ganando importancia con el paso de los años y que supone una experiencia más en su meteórica carrera. Este torneo está encajado en el calendario después de la fase de grupos de la Copa Davis y del US Open, que se disputan una y dos semanas después, respectivamente.
Poco a poco la hoja de ruta del murciano para 2024 va tomando forma con el anuncio de su primer torneo en la recta final del próximo año, que arrancará con su participación en el Open de Australia para después llevar a cabo una gira por Suramérica con torneos en Buenos Aires y Río de Janeiro.
Eso sí, su calendario se verá alterado en 2024 por el gran sueño de Alcaraz de participar en los Juegos Olímpicos de París y de poder colgarse una medalla en representación de España. Un deseo completamente factible para el segundo mejor jugador del mundo en la actualidad.