Cuando el
Betis se decantó por
Lorenzo Serra Ferrer para dirigir la parcela deportiva a todos los niveles sabía que su regreso no iba a ser fácil. Desde el club se conocían los problemas del poblero en el
Mallorca, pero se esperaba que tras certificar la salvación, su desvinculación fuese cuestión de horas, días a más tardar. Sin embargo, el caos institucional en el que está inmerso el conjunto bermellón está convirtiendo su salida en una misión casi imposible. Su pacto de sindicación con
Cerdá le mantiene maniatado, mientras el
Betis comienza a plantearse la necesidad de recurrir al
Plan B.
En La Palmera se quiere tener cerrado para el 26 (presentación de la nueva campaña de abonados) la contratación del director deportivo, pero a medida que se acerca la fecha, las opciones de que sea Serra disminuyen exponencialmente, de ahí que en las últimas fechas se hayan retomado contactos con alguno de los candidatos que formaron parte de la lista de futuribles antes de que el consejo se inclinase por
Serra Ferrer. Entre esos nombres en el día de ayer desvelaba ABC que podrían encontrarse
Toni Prats, exjugador del
Betis y director deportivo hasta hace unas semanas del
Mallorca, y el coordinador deportivo del
Murcia,
José Luis ‘Chuti’ Molina.
El balear ya ha sonado para varios cargos como el del preparador de porteros o el de secretario técnico, pero no parece cumplir con el perfil de director general que buscan en el
Betis. En el caso del albaceteño, él mismo se excluyó ayer de la competición por el puesto de máxima responsabilidad deportiva en el
Betis. El
‘Chuti’, que termina contrato el próximo 30 de junio, suscitó el interés de los heliopolitanos por el trabajo que ha realizado en el conjunto pimentonero la pasada campaña, donde configuró una plantilla con un
presupuesto inferior a dos millones de euros, que terminó clasificándose para los
‘play off’.El
Betis tuvo muy en cuenta su labor y le tanteó hace unas semanas, pero él mismo descartó a ESTADIO la posibilidad de recalar en
Sevilla en calidad de nada. Y eso que su continuidad en
Murcia no está ni mucho menos asegurada. De momento, él se está encargando de la planificación de la próxima campaña a la espera de alcanzar un acuerdo con el club para su renovación. El principal escollo para su continuidad es la mala relación que mantiene con el presidente
Jesús Samper, con el que ha tenido sus más y sus menos. Inmerso de lleno en concurso de acreedores,
Samper tiene un margen de maniobra muy limitado. El ‘
Chuti’ cuenta con el respaldo de la afición y prescindir de él sería una decisión muy impopular. No obstante, en
Murcia nadie se atreve a asegurar su continuidad al frente de la dirección deportiva, mientras la prioridad se centra en encontrarle cuanto antes un relevo a
Julio Velázquez.