Haro salva la junta con algún sobresalto final

Haro salva la junta con algún sobresalto final
Finalmente no se cumplieron los peores presagios y Haro y Catalán superaron la junta, aunque con algún problema final. - E. García
Enrique GarcíaEnrique García7 min lectura
Finalmente mucha sangre no llegó al río y los actuales rectores del Betis salvaron otra junta que se antojaba crucial para el gobierno del club con algún que otro sobresalto final. Antes de las 21:00 horas todo había quedado aclarado al no solicitarse el cese de los dirigentes, lo que abría el camino a una junta más o menos tranquila que permite que ‘Ahora, Betis, ahora’, con Ángel Haro y José Miguel López Catalán, sigan con el plan trazado para colocar al Betis en el lugar que merece.

Superada la junta, aunque con continuos reproches de la oposición, la dirección deportiva ya está en disposición de tomar decisiones ante el mercado invernal que comienza el día 2 de enero y sobre el que se cernían dudas si el club quedaba descabezado. Finalmente, Haro y Catalán acudieron al acto con el apoyo del 27,8 por ciento, por el 25,1 con el que contaba la oposición que forman Castaño y Lopera.

Aunque no solicitaran el cese de los administradores, algo que ya habían deslizado y para lo que no contaban con apoyo suficiente, sí que votaron en contra de la aprobación de todos los puntos del día. El margen era ajustado, pero suficiente para garantizar la continuidad de un proyecto para el que Haro solicitó más tiempo para situar al Betis entre los mejores clubes de España. Así, 276 asistentes representaron a 2.702 accionistas y el 53,74 por ciento del capital social.

Ante una sala abarrotada -no se cumplió el vaticinio de la desmovilización que tanto temían los consejeros delegados- y que ovacionó a los miembros del consejo a su entrada, Ángel Haro comenzó defendiendo su gestión, aunque su discurso no estuvo exento de autocrítica por la marcha deportiva del equipo. “Ha sido para nuestro club un año de transición no exento de dificultades”, comenzó el villaverdero, quien quiso hacer hincapié en la “autoexigencia” con la que gobiernan el Betis. “Somos en todo momento autocríticos y -aunque no se trate del ejercicio que estamos abordando- lo demuestra el hecho de haber tomado la decisión de cambiar de técnico en la jornada 11. Somos inconformistas y exigentes y no pararemos hasta alcanzar nuestros objetivos deportivos”, señalaba Haro, quien valoró el resultado deportivo de la 15/16 y el relevo en la dirección deportiva. “El equipo acabó en la décima posición, una plaza aceptable para un equipo recién ascendido y con el límite presupuestario que teníamos. Puesto que esa clasificación no se logró con la tranquilidad que nos hubiera gustado, optamos por la sustitución del director deportivo para esta temporada, trayendo a Miguel Torrecilla, uno de los profesionales de mayor proyección de España”, indicó Haro en su discurso.

Con vistas al futuro, el empresario adelantó que los mayores ingresos por televisión deben servir para mejorar el plantel verdiblanco en futuros ejercicios. “Como hemos dicho muchas veces, el dinero debe estar en el campo, la razón final de nuestro club”, añadió.

En el capítulo de promesas cumplidas, Haro destacó las obras de Gol Sur y de la ciudad deportiva: “Nos propusimos construir un nuevo Gol Sur que ya se levanta por encima de la lona que dará una nueva dimensión a nuestro estadio. También el trabajo de nuestra cantera merecía las mejores condiciones y hemos realizado una importante inversión en las instalaciones de la Ciudad Deportiva Luis del Sol”.
La otra gran promesa llevada a cabo por la actual directiva es la creación de la radio y la televisión del Betis, “unos medios propios más que necesarios y demandados por el bético”.

Un Betis unido
Llegado este punto, Haro habló sobre una situación institucional que sigue siendo inestable pese a los esfuerzos, no siempre bien entendidos por gran parte del beticismo, por acabar con la fragmentación accionarial existente. “El compromiso que nos está costando más trabajo es el del Betis unido. Este consejo de administración no ha cejado en ningún momento en su afán por lograr la paz social para el Betis”, reconocía Haro, quien hizo un nuevo ofrecimiento. “No lo hemos conseguido y seguimos con la mano tendida a todas las partes”, añadía, para concluir que la unidad “es la base” sobre la que construir el futuro.

De este modo, Ángel Haro concluyó su alegato defendiendo “el trabajo de un Betis honrado, comprometido con el futuro de la entidad y muy alejado de los fantasmas que tanto mal hicieron al club”. Un trabajo que, por el momento, no ha tenido su correspondencia en el terreno de juego, que al fin y al cabo es lo que más une en un equipo de fútbol.

No obstante, al final de la junta hubo varios momentos de tensión. Los puntos ocho y nueve, relacionados con cambios en los Estatutos sociales del club, no pudieron ser aprobados por no alcanzarse el porcentaje de votos necesario. Pero el momento más desagradable fue un amago de pelea entre dos accionistas que obligó a la seguridad de la sala a intervenir. Finalmente, Haro concluyó la junta atacando a la oposición: "Castaño podrá intentar ser presidente del Betis pero lo que nunca será es el presidente de los béticos".
 
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