Un guantazo sin manos a Poyet

El partido del Betis ante el Leganés fue un guantazo sin manos, como suele decirse, a Gustavo Poyet, quien dejaba en la grada generalmente a Dani Ceballos y colocaba a Rubén Castro como extremo zurdo, asegurando además que él deseaba jugar ahí sin ser cierto, mientras culpaba a la afición verdiblanca (y sigue haciéndolo) del mal juego del equipo.


El domingo, sin embargo, volvió a quedar patente que el canterano y el canario son los futbolistas más determinantes del equipo. Ceballos abrió la lata pepinera en la segunda parte con un pase mágico a Rubén Castro y éste no falló ante Champagne. A partir de ahí, todo fue más fácil para los de Víctor Sánchez del Amo, quien a su llegada a Heliópolis lo primero que hizo fue recuperar a ambos para la causa. 


Pero dar una asistencia no fue lo único que hizo el centrocampista, ni mucho menos. No en vano, fue el jugador que más pases dio en el partido (58), el que más realizó en el tercio superior del campo, donde más hay que comprometerlos y aumenta, por ende, el riesgo de fallo; el segundo que tuvo un mayor acierto en la entrega (88%), por detrás del visitante Unai López (91%); y el que creó más ocasiones de gol (2), junto a Petros y Timor.  





Y la cosa no acaba ahí. Ceballos, igualmente, tuvo una altísima incidencia en las excelentes prestaciones defensivas que ofreció el cuadro verdiblanco ante el de Asier Garitano. Y es que el '10' fue el hombre, de largo que más balones recuperó: hasta 13. Le siguen Jonas Martin (8), quien completó su mejor actuación como bético, Víctor Díaz, David Timor (7) y Riza Durmisi (6). El galo y el francés son otros que estuvieron muy lejos de su mejor nivel durante la etapa del uruguayo. 


Sí, no fue lo único de Ceballos, quien acabó como el jugador que más faltas recibió en el partido (5), junto a un Álex Alegría que trajo de cabeza a la zaga madrileña desde que ingresó en el campo por el lesionado Tonny Sanabria. Es decir, que no hubo un futbolista mejor que el canterano sobre el verde del Villamarín.

Destacable, además, fue, un día más, lo de Rubén Castro, quien ya está a sólo siete dianas de Poli Rincón y que amenaza con alcanzarle esta misma temporada. El canario hizo lo que no podía hacer desde la banda izquierda: disparar mucho. Nadie, de hecho, lo hizo más que él. Hasta el seis ocasiones. Un número importante, habiéndolos hecho en sólo 90 minutos. Uno de ellos acabó en el determinte 1-0.


El eterno delantero verdiblanco es el que más tantos decisivos ha logrado esta temporada. Como refleja el gráfico de beinSports, cuatro de ellos le han servido al Betis para ponerse por delante en el marcador y otros dos, para empatar partidos que se iban perdiendo.

Curiosamente, o quizás no, los dos intrascendentes, es decir, los únicos que no le han servido al equipo para puntuar, fueron con Poyet, ambos en el Camp Nou, en la jornada 1 (el 2-1 y el 6-2).  

Es más, pese a la gris etapa del charrúa, el '24' es el jugador con una mayor contribución goleadora en LaLiga. El 40% de los tantos del Betis (8 de 20) llevan su firma. Le siguen Iago Aspas (Celta / 38%), Gerard Moreno (Espanyol / 33%), Willian José (Real Sociedad / 32%) y Leo Messi (Barcelona / 31%).

Es decir, que en el Betis hay dos jugadores imprescindibles. Es el 'guantazo sin manos' a Poyet de Ceballos y Rubén.