No resulta sencillo, ayer, encontrar a un jugador del Betis que brillara con luz propia en San Mamés, donde los de Quique Setién pusieron fin a su racha de ocho jornadas consecutivas sin conocer la derrota (siete victorias y un empate).
Pese a ello, si alguien puso toda la carne en el asador, con permiso de hombres como Joaquín o Loren, entre algún otro, fue Javi García, quien ayer tiró de polivalencia y demostró valer lo mismo para un roto que para un descosido. El de Mula, que comenzó en la zona ancha, se vio obligado a retrasar su posición en el minuto 18, una vez que el canterano Junior se marchara por lesión. Su posición la ocupó Camarasa, quien destacó en la recuperación, trabajando el murciano como libre en tareas de contención junto a Bartra y Amat.
Un papel en el que la zaga rindió hasta el gol de Muniain, que aprovechó un despiste defensivo. Pero no sólo se ocupó Javi García de defender, sino que también gozó de un gol legal mal anulado y casi encuentra un segundo tanto.
Alejandro Sáez1 min lectura