Real Betis-Getafe: Los cimientos de la dinámica

Real Betis-Getafe: Los cimientos de la dinámica
- Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 5 min lectura
Los parones de selecciones son, las más de las veces, un incordio para los clubes, que cruzan los dedos para que sus internacionales vuelvan sanos y salvos, cansados por los viajes en el peor de los casos. Sea como fuere, incluso sin lesiones de por medio, lo normal es que los convocados se pierdan muchos entrenamientos y, en muchos casos, descansen en LaLiga para no arriesgar, con el consiguiente perjuicio para quien le paga.

Además, dejar de competir durante quince días, máxime cuando se ha empezado hace nada y menos, resulta fastidioso. Para el que ganó antes del asueto, como es el caso del Betis, cortar una presunta inercia positiva de confianza se antoja contraproducente, mientras que, para los que perdieron hace dos semanas, posponer la opción de redimirte no es agradable, pues los debates mediáticos se reproducen al mismo ritmo que la ansiedad.

No obstante, por una vez, Rubi y los suyos no han fruncido el ceño durante el primer paréntesis del curso. El subidón que supuso el 2-1 ante el Leganés, con remontada incluida, respaldó un poco más un proyecto sobre el que, de todas formas, no se cernía duda alguna desde la planta noble, pese a las dos derrotas inaugurales frente a Valladolid y Barcelona. El de Vilasar de Mar ha tenido suerte con la diáspora, pues únicamente deberá prescindir de Guardado, papá de nuevo cuño. Ausencia segura, junto a Tello, el mexicano se ejercitó ayer con normalidad con los suyos pero no estará este domingo en la lista de elegidos para recibir a un Getafe que no ha arrancado para tirar cohetes -con dos puntos de nueve posibles, los azulones son uno de los cuatro equipos que aún no ha saboreado un triunfo-.

Antes al contrario, el 'impasse' ha servido al Betis para reforzar conceptos e incidir en los que menos rédito están dando, como el trabajo defensivo. Mantener la pegada y mejorar en la contención son los retos en verdiblanco en el duelo que cierra la jornada 4, ideal para subrayar la dinámica de sonrisas que se inició el último día de agosto. Y Rubi los tiene a casi todos -sólo no podrá contar con los mencionados Tello y Guardado-, por lo que se multiplican las alternativas.

Una de ellas es juntar arriba al enrachado Loren y a Borja Iglesias, el fichaje más caro para esta 19/20, ya completamente recuperado de su esguince en el tobillo derecho. De decantarse por esta vía, siendo Fekir y Carvalho intocables en la parcela ancha, lo más lógico sería reeditar el 1-4-4-2 con rombo que caracterizó a 'su' Espanyol en la segunda mitad del curso pasado, con William y Canales de interiores, ejerciendo probablemente Javi García de pivote. El lusoangoleño puede ser igualmente la referencia inferior del cuadrilátero de la sala de máquinas, lo que daría 'chance' a Joaquín, si bien no parece el Getafe, a priori, el rival propicio para desprotegerse por dentro. Cabe la posibilidad de que esa segunda línea se estire, por decirlo así, doblando lateral por el perfil zurdo, con Álex Moreno de '3' y Pedraza más adelantado, en la demarcación de sus orígenes.

Joel estará bajo palos, con Emerson y Mandi seguros en el perfil derecho en principio. El acompañante en el centro de la zaga del franco-argelino, primero de los internacionales en volver, es otra de las incógnitas, pues Bartra y Sidnei se recuperaron de sus molestias, mientras que el inédito Feddal demostró con Marruecos que está preparado para cuando Rubi precise.

Huelga decir que el míster catalán podría mantener su dibujo con un solo delantero, entonces con Loren gozando de cierta ventaja sobre Borja, con lo que entraría un centrocampista más en la ecuación. Múltiples variantes en la particular 'vuelta al cole' de los heliopolitanos.
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