Quiénes son y cómo trabajan los candidatos a la dirección deportiva del Betis

Quiénes son y cómo trabajan los candidatos a la dirección deportiva del Betis
- I. M.
Isabel MoralesIsabel Morales8 min lectura
El Betis anda inmerso en la búsqueda de un director deportivo. Desde la marcha de Serra Ferrer, José Miguel López Catalán, auxiliado por el 'multiusos' Alexis Trujillo y su equipo de trabajo, y amparados en la inteligencia artificial y el Big Data, había asumido parte de las funciones que antes desempeñaba el poblero, pero lo cierto es que en el área deportiva hay una carencia importante de lo que se suele conocer como un 'hombre de fútbol', y que tanto Haro como Catalán han asumido que es importante cubrir.

Para ello, el pasado martes, los dos máximos directivos de la entidad viajaron hasta Bilbao, donde se entrevistaron con dos de los candidatos al puesto de director deportivo, según informa la Cadena Cope, Fran Garagarza, actual director deportivo del Eibar, y Loren Juarros, exsecretario técnico de la Real Sociedad, actualmente en paro.

Dos 'hombres de la casa', con una amplia trayectoria deportiva ligada siempre al mismo equipo, donde han desarrollado casi toda su carrera.

Así, Juarros, después de colgar las botas, comenzó entrenando al equipo infantil de la Real Sociedad, en 2002. De ahí pasó a ser el segundo de Arconada en el Sanse y segundo de Amorrortu en el primer equipo, y en 2005 pasó a los despachos, donde comenzó como secretario técnico hasta hacerse cargo de la dirección deportiva en 2008 tras la renuncia de Paco Ayestarán, llegando a convertirse en el director deportivo más longevo de Primera división tras encadenar10 años en el cargo de forma ininterrumpida, hasta que en marzo de 2018 se fue tras despedir la Real a Eusebio.

Juarros se puso al frente de esta parcela cuando el club deambulaba por Segunda División, ahogado por sus deudas, y dejó el cargo tras tres participaciones europeas, una de ellas en la Champions League, y con el club más que saneado.

Bajo la dirección de Loren Juarros llegaron a Anoeta futbolistas como Vela, Willian José, Yuri o Rulli. En su haber también está la recuperación de Zubieta como principal granero de refuerzos para el primer equipo tras una larga época de desprecio a la cantera. Como es lógico, en casi diez años también ha acumulado apuesta fallidas. Seferovic, Finnbogason o Mariga son algunas de las más significativas. En el capítulo de entrenadores, Jagoba Arrasate y David Moyes también fracasaron.

Por su parte, Fran Garagarza es considerado por muchos como el padre del 'milagro' del Eibar. En el club desde 2011 y algo más de 15 años en diferentes parcelas de la entidad, logró ascender en apenas tres años de Segunda B a Primera, donde se ha asentado, gestionando unos recursos muy limitados.

"Cuanto menos se hable de mí mejor para todos; estoy encantado y me centro en hacer las cosas bien. Hay decisiones que tomar y en eso estoy centrado". Estas son palabras del discreto Fran Garagarza, partidario de trabajar siempre a la sombra de la presidenta, Amaia Gorostiza.

Sin embargo, el de Mutriku cree que su proyecto en Eibar está a punto de agotarse. De hecho, en las últimas temporadas ha ido renovando año a año, contratos con los que no quería hipotecar ni a la entidad ni a su persona. "No me veo muchos años más en el Eibar. Es factible que esté alguno más, pero muchos es complicado. Mantenerte mucho tiempo en un club es difícil", dijo antes de firmar su última renovación en una entrevista en Radio Euskadi.

"Ir año a año es lo mejor, porque no sabes si el ir a más largo plazo pueda ser mejor o peor. No porque el club no lo quisiera. Lo decidí así, lo hablamos y al resto de personas que están en el departamento técnico les pareció bien. Cuando se habla de tiempos amplios diría que me veo más año a año que lo que puedan ser proyectos planteados a mucha duración", añadió.

En el Betis, tanto Haro como Catalán buscan un compromiso a largo plazo, algo que podría chocar con esta filosofía de Garagarza, que mantiene una muy buena relación con los rectores verdiblancos desde el traspaso de Inui al Betis hace ahora dos temporadas. "Inui ha ido a un equipo grande, porque el Betis es un grande", dijo el director deportivo nada más confirmarse la salida del japonés, que no hay que olvidar que llegó al Betis libre, tras acabar contrato con el conjunto armero.

Experto en sacar el máximo rendimiento a presupuestos muy cortos, está por ver cómo se desenvolvería el todavía director deportivo del Eibar con una partida presupuestaria como la que maneja el Betis, que cerró el pasado mercado invernal con la mayor inversión de su historia. "Acertar con los fichajes es algo decisivo. Es más complicado fichar teniendo un gran presupuesto. Al menos si pienso en nuestra evolución. En Segunda B teníamos un presupuesto limitado con política de déficit cero, reducción de personal... Tuvimos la suerte de ascender con el presupuesto más bajo de la categoría. Ahora se ha incrementado mucho, aunque seamos inferiores a otros, y las tomas de decisiones son más complicadas si, por poner un ejemplo, gastas un millón en vez de 100.000 euros. Aunque analices igual o más, manejes informes, vayas a ver al jugador, tengas la viabilidad del jugador, conozcas su entorno, hables con excompañeros, con su pareja... La decisión, aunque la tengas, te cuesta más. Cuanto más dinero inviertas creo que más cuesta la gestión de la plantilla: egos y gestión del vestuario", destacaba en otra de sus intervenciones en los medios de comunicación.

Durante mucho tiempo, el fútbol no fue más que un hobby para este mutrikuarra que trabajaba más de ocho horas diarias como transportista y por las tardes se dedicaba a entrenar a un grupo de chavales. La irrupción del Eibar convirtió su pasión en su profesión y ahora es uno de los directores deportivos mejor valorados en Primera.

Los que le conocen dicen que el éxito no ha podido con él. Sigue siendo el mismo. No le gustan las cámaras y tampoco es muy amigo de los halagos. Se siente más cómodo en un segundo plano. El protagonismo es para los futbolistas y los entrenadores. No obstante, es evidente que el Eibar no hubiese vivido nada de lo que ha vivido en los últimos años sin el ojo clínico y la capacidad para maximizar los recursos que atesora Garagarza.
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