Estadio Deportivo3 min lecturaEl Betis ha descansado este martes tras la decepción del empate de anoche ante el Granada en el Villamarín (2-2) y con la vista puesta en el próximo compromiso de los béticos en San Mamés ante el Athletic de Bilbao en el que, el sábado, las miradas estarán puestas en el técnico bético, Joan Francesc Ferrer 'Rubi', que afronta un ultimátum.
El gol de Roberto Soldado sobre la bocina enfrió la euforia bética por remontar, con tantos de Sergio Canales y Cristian Tello, el inicial del granadinista Carlos Fernández; y además reavivó el debate sobre la continuidad de Rubi en el banquillo bético tras haber logrado uno de los seis puntos en liza tras la reanudación de LaLiga.
Con 34 puntos en decimotercera posición a la espera del final de la jornada vigesimonovena, el Betis, más allá de pronunciamientos voluntaristas, ha abandonado toda esperanza europea y se encuentra a los mismos nueve puntos de los puestos de Liga Europa de los de descenso a la espera de la jornada de hoy.
La decepción es el estado de ánimo instalado en el Betis tras la derrota ante el Sevilla (2-0) y el empate ante el Granada, duelos en los que, además, el equipo no ha dado señales en su juego para poder optar a objetivos diferentes que los de terminar el año de la mejor manera posible.
Con veintisiete puntos en juego, Rubi dijo tras la decepción frente al Granada que no temía por su puesto y que ya estaba pensando en el partido ante el Athletic de Bilbao, para el que desde mañana, en el caso de que no se produjera novedad alguna hasta entonces, se pondrá manos a la obra.
Además del estado de la plantilla con la que contó anoche, el de Vilasar de Mar tiene por delante más de tres días para ver si puede contar con los futbolistas con los que no pudo hacerlo frente al Granada, el brasileño Sidnei da Silva, el portugués William Carvalho y Javi García.
Tras el compromiso de San Mamés, el equipo verdiblanco volverá a jugar el jueves 25 de junio ante el Espanyol en su estadio, cuyas gradas vacías han evitado el veredicto de la afición sobre el entrenador que tanto suele pesar a la postre en la decisión que adopten los consejos de administración.