Tres cesiones en dos temporadas y poca continuidad en el último año. Ése es el resumen de la trayectoria de
Takefusa Kubo en el fútbol español. El jugador japonés llegó hace dos años al Real Madrid y, al no tener sitio, ha buscado acomodo para seguir creciendo en
el Mallorca, el Villarreal y el Getafe, con suerte dispar.
La pasada campaña, el Villarreal, a petición de
Emery, hizo una inversión total superior a los cinco millones de euros para contar con el japonés cedido. Pero a la hora de la verdad, el jugador fue más un revulsivo que un futbolista importante en el plantel amarillo. Y acabó saliendo en dirección a Getafe en busca de minutos. No parecía el lugar idóneo para encontrarlos, con un
Bordalás que no juega con mediapuntas y que, sin embargo, cambió su sistema para darle acomodo al japonés y al otro fichaje 'estrella',
Carles Aleñá. Los malos resultados le harían volver a su sistema habitual y Kubo acabó en el banquillo. Aunque aún le daría tiempo para convertirse en el héroe de la salvación con el gol que la certificaba.
Este verano se enfenta a una situación similar a la de los dos anteriores. Con muchos jugadores en su misma posición y las tres plazas de extracomunitario ocupadas -aunque Vinicius podría dejar libre una en breve-. Parece difícil encontrar acomodo en el Madrid y más cuando
no va a hacer la pretemporada con Ancelotti. Pero es una inversión de futuro para el club, el jugador sólo tiene 20 años y no se plantea desprenderse de él. De ahí que la opción de una nueva cesión es la que esté sobre la mesa.
Y ahí
ha vuelto a aparecer desde Madrid el nombre del Betis, además del Granada. Aunque a día de hoy parece más un ofrecimiento que un interés por parte verdiblanca. Kubo y el Madrid quieren un equipo donde sepa que puede tener protagonismo y el Betis, pese a la gran competencia que tiene en su posición, podría ser una opción.
Pellegrini ha demostrado que da minutos a todos sus hombres y ha rotado mucho a Joaquín, Lainez, Tello o Ruibal en las posiciones que podría ocupar Kubo, en las que sólo Canales y Fekir parecen fijos.
El club verdiblanco ya estuvo pendiente de él en los dos últimos mercados de fichajes, especialmente tras su salida del Villarreal. Y sólo faltaría saber cuánto está dispuesto a ceder el Madrid. Los más de cinco millones que le costaban al Villarreal la cesión y la ficha se antojan inviables. Y su posición, a día de hoy y sin que haya salidas, está bastante bien cubierta en Heliópolis.
Aunque Antonio Cordón nunca renuncie a mejorar lo que ya hay. En todo caso, será un tema que irá para largo.
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