Aunque el Sevilla FC de julen Lopetegui dominara ya la primera parte en el derbi ante el Real Betis, apenas tuvo un par de acciones de peligro. El partido lo tenía controlado, pero no tanto como lo tuvo en la segunda mitad. La clave para que esto ocurriera fue la expulsión de Guido Rodríguez al borde del descanso.
Una roja con cierta polémica, aunque más por la primera amarilla que por la segunda, que fue clara, una entrada por detrás en velocidad sin opción de jugar el balón. La primera sí que podría discutirse y fue, según el árbitro, por reiteración de faltas en el arranque del partido.
El futbolista sabía desde el momento de salir del campo que había hecho un flaco favor a su equipo. Es un futbolista fundamental y, sin él, el Betis perdió completamente el control de la zona ancha. A partir de ahí, el Sevilla pudo tocar con tranquilidad, desgastando a su rival hasta encontrar sus opciones por los costados.
Guido Rodríguez reconocía su error y a través de las redes pedía perdón al beticismo. "Nada peor que dejar al equipo con un jugador menos, soy el primero en aceptar mi error y trabajar para corregirlo. Estos momentos son los qué hay que pasar, levantar la cabeza y seguir", escribía en sus perfiles de Twitter e Instagram.
Muchos béticos le contestaban y, de forma mayoritaria, le mostraban su apoyo. El argentino es muy querido por la afición, un cariño que se ha ganado en el campo, donde lo da todo, aunque esa ambición y ganas le puedan llevar a equivocarse, como ocurrió ayer en un duelo clave.
Antonio José Medina2 min lectura