La campeona de surf adaptado que acapara focos y entrena en Málaga
La deportista andaluza cuenta en ESTADIO Deportivo las claves de sus entrenamientos y revela su secreto: “Cuando hay olas, cambio todos los planes”
Sarah Almagro es una de las deportistas que colocan a Andalucía en la esfera internacional. Recientemente viene de lograr el Hawaii Adaptative Surfing Championship en un campeonato que afrontó con dificultades serias de salud tal y como revela durante su entrevista con ESTADIO Deportivo. Afectada aún por el “jet lag del viaje”, su vuelta a la realidad coincide con sus últimos exámenes del Grado de Derecho que realiza en la Universidad de Málaga. En este sentido, combina su desarrollo académico con el profesional en el mismo territorio.
Confiesa Sarah que sus entrenamientos se suceden en su provincia natal: “Yo sobre todo entreno aquí en Málaga, entre Marbella y Fuengirola, dependiendo de cómo nos veamos. Y los días que hay olas, pues lo siento, amigos, planes, exámenes… todo se echa a un lado para intentar entrenar y aprovechar al máximo estas olas. Que, bueno, hay veces que entran olas de dos metros y hay veces que nos tenemos que conformar con una ola de medio metro que prácticamente es hasta la rodilla”.
Las condiciones climatológicas de las costas malagueñas hacen que el ‘Banana Team’ se centre en la técnica: “También te da versatilidad y el hecho de tener este tipo de condiciones no tan fuertes hace que tengamos que desarrollar mucho más la técnica que el resto de competidores que a lo mejor surfean en un Cantábrico, un Atlántico, donde la fuerza es mucho mayor y lo haces con nada que hagas, es increíble. Pero, claro, en el momento que un Mediterráneo sube a un Atlántico, por ejemplo, o a un Cantábrico, ojito, hay que tener cuidado porque al desarrollar tanto la técnica, luego, con poco que tengamos, hacemos barbaridades”.
Esta adaptación echa raíces en su etapa en CrossFit: “Cuando hay olas, se intenta cambiar todos los planes y el resto del tiempo yo lo que intento hacer es ejercicio en tierra. Todo eso que yo aprendí del CrossFit lo he adaptado a mi situación y, sobre todo, especificando en aquellas partes que hacen que yo no me caiga de la tabla. Sobre todo el core, el lumbar… trabajo muchísimo esa zona y me enfoco en eso. Y también, bueno, aunque no sirva de mucho, ver campeonatos para interiorizar los movimientos que hay que hacer”.
El hecho de que el Surf Adaptado no aparezca como deporte paralímpico les perjudica: “Creo que no lo seremos ni en 2028 ni en 2032. Faltan muchas cosas por mejorar, ya no solo por parte de los deportistas, sino también de las organizaciones. Y el hecho de no ser paralímpico nos cierra un montón de puertas, porque es uno de los requisitos indispensables para obtener ayudas”, cuenta Sarah.