Manuel Pellegrini volvía a hacer ocho cambios con respecto al equipo que venció al Ferencvaros. Lo más esperado era ver cómo solucionaba la ausencia de laterales diestros. Las dos opciones más claras parecían Ruibal y Bartra, que ya habían jugado en esa posición, pero prefirió al primero en banda y a
Bartra de central para internar frenar con su rapidez las esperadas contras del Levante.
De hecho, tanto
Aitor Ruibal como
Álex Moreno se instalaron casi de inmediato en campo contrario, muy pegados a la línea de banda para abrir campo, y el Betis defendió en muchos momentos con sólo dos jugadores, echándoles una mano
Guido Rodríguez como 'tercer central'.
La lesión en la segunda parte de Aitor Ruibal propició ver a Bartra finalmente de lateral, ya que
Edgar entró para ocupar el puesto del de allent de Llobregat.
El otro gran cambio fue sacar a
Canales del centro del campo y situar a
Guardado junto a Guido Rodríguez. El cántabro, más adelantado y con libertad, fue uno de los más activos en ataque y la mayoría de las jugadas pasaron por él o por Fekir.
Guardado, desaparecido en la primera mitad, dio un paso adelante tras el descanso con posesión y mayor presencia ofensiva.
El Levante se metía mucho atrás cuando atacaba el Betis, pero cuando salía lo hacía en tromba. Y tenía mucho peligro a balón parado, del que además dispuso en muchas ocasiones. Una de ellas le sirvió para adelantarse y otras para crear problemas a un Betis que sufría con su defensa en zona y donde Bartra y
Víctor Ruiz se veían desbordados.
En ataque,
Juanmi y
William José no tuvieron tantos espacios como en otros partidos. El brasileño, viendo que no le llegaban balones, se retrasó y abrió huecos con paredes a sus compañeros en ataque. Juanmi estuvo como siempre, muy activo y aunque en la primera mitad apenas tuvo participación en las jugadas de ataque, en la segunda mandó dentro los dos primeros balones que le llegaron. En ambos, el balón le llegó de un William José que cambió su rol de rematador por el de asistente. El tercero fue un pase del mago
Fekir, que le dejó el balón sin ni siquiera mirarlo.
Al final, Pellegrini premió a ambos, a Fekir y a Juanmi, con un cambio que les permitió recibir el aplauso unánime de un Benito Villamarín repleto.
Lainez y
William Carvalho les sustituyeron.
En la portería,
Rui Silva volvió a hacer su trabajo con solvencia. No tuvo culpa en el gol de Mustafi y estuvo firme en las otras jugadas en las que tuvo que participar.