No hacía falta ver el partido de Villanueva o ver los malabarismos que debe hacer Machín cada vez que le falta una pieza para saber que el Sevilla deberá hacer un esfuerzo en enero y compensar la plantilla.
Por todos es conocido que Caparrós intentó traer hasta última hora a Portu en verano o que, pese a fichar a Gnagnon y a Sergi Gómez, además de al polivalente Amadou, buscó centrales hasta el final para intentar potenciar una zona en la que Machín usa a tres futbolistas.
La recuperación de Carriço ha aliviado algo y el gran momento de los mediapuntas, especialmente de Sarabia, ha hecho que no se eche en falta la pieza deseada, pero eso no significa que no deba llegar. A partir de enero se juegan los títulos, hay dos partidos todas las semanas y ya no se podrá fallar. Un final feliz exige completar los intentos estivales.