No era un día sencillo para Rubi, que creía haber esquivado el alambre de espinos lejos de Cornellà-El Prat, pero que se presentaba este miércoles en Heliópolis con el ambiente bastante enrarecido por la marcha por la puerta de atrás de Serra Ferrer, que hoy dará su versión de los hechos -tras la elegante despedida que le brindaron Haro, Catalán y el Betis, pareció inoportuna la alusión ayer del villaverdero a que huirán desde ahora de "los personalismos"-.
El catalán hubo de encajar preguntas incómodas y que, en muchos casos, no le competen, si bien salió airoso con un discurso humilde, práctico e inteligente. Se mostró Ferrer Sicilia flexible, dispuesto a mantener el estilo pero sin cerrarse, llegado el caso, a "colgarse del larguero" por ganar. Un catálogo más amplio con la misma portada vistosa.