España, en alerta por inestabilidad eléctrica que podría provocar apagones
Fuentes del sector señalan que el aumento de la generación renovable está generando desafíos técnicos que requieren una respuesta rápida; los ajustes propuestos buscan garantizar la estabilidad del suministro mientras se revisan los protocolos definitivos

El operador del sistema eléctrico español ha advertido de una creciente inestabilidad en la red durante las últimas semanas, provocada por fluctuaciones de tensión que, aunque se mantienen dentro de los márgenes técnicos establecidos, podrían comprometer la continuidad del suministro si no se aplican medidas correctas de forma inmediata. Ante esta situación, la entidad ha remitido un informe a la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC) en el que solicita la aprobación temporal y urgente de varios ajustes en los procedimientos de operación del sistema.
El documento plantea una serie de modificaciones de carácter excepcional y limitado en el tiempo para reforzar la seguridad de la red. Estas actuaciones afectarían a los procesos de programación, las restricciones técnicas y la regulación secundaria, con el objetivo de reducir los desequilibrios energéticos que se producen en tiempo real. Según el operador, el problema está vinculando principalmente a cambios bruscos en la generación renovable y al tiempo de reacción de las instalaciones encargadas del control dinámico de tensión.
Ajustes temporales para garantizar la estabilidad del suministro
Entre las medidas más destacadas figura la obligación de que los grupos programados mantengan disponible toda su capacidad para los mercados de balance, evitando reducciones imprevistas en las reservas de potencia. Asimismo, se plantea endurecer los controles de cumplimiento del servicio de control de tensión, incrementando al 90% el nivel de muestras válidas exigidas y ampliando a 60 de los valores que deben analizarse por periodo de verificación.
Estas modificaciones tendrían una duración inicial de treinta días naturales, prorrogables en intervalos de quince días si el operador lo considera necesario, mientras se evalúa su efectividad y se estudian soluciones permanentes.
El refuerzo del sistema llegó en un contexto especialmente sensible para el sector eléctrico español, que todavía recuerda el gran apagón del 28 de abril de 2025, cuando un fallo en cascada dejó sin suministro a millones de usuarios en la Península Ibérica y parte del sur de Francia. Aquella crisis, la más grave en Europa en dos décadas, evidenció la vulnerabilidad de la red ante oscilaciones no controladas y llevó a revisar los protocolos de emergencia. Con esta nueva advertencia, el operador busca prevenir que se repita un escenario similar.
Además, el informe subraya la necesidad de reforzar la coordinación entre los centros de control regionales y las empresas distribuidoras, promoviendo el intercambio de datos en tiempo real y la implementación de algoritmos predictivos que anticipen desviaciones críticas antes de que afecten al sistema.