Un pueblo 'prohíbe' morirse a los vecinos al tener completo el cementerio
El municipio de Ademuz, en Valencia, no tiene huecos libres en el cementerio parroquial y no hay uno municipal

Aunque no nos guste a ninguno, la muerte es algo que nos acecha a todos. Son muchas las personas que tienen pensado ese momento, habiendo decidido de antemano si desean ser enterradas o incineradas. Sea la opción que sea, lo normal es que los restos del fallecido descansen en el cementerio, ya sea el del lugar donde reside o el de su nacimiento, si es que no es el mismo, algo que también suele dejar dicho la persona fallecida.
Los familiares suelen cumplir con la última voluntad de los difuntos, aunque esto no siempre es posible. Por ejemplo, está prohibido tirar cenizas al mar, aunque son muchos los allegados que lo hacen pese a la prohibición. Lo que sí que no tiene solución, al menos a corto plazo, es lo que ocurre en la localidad valenciana de Ademuz.
Ubicada en la comarca del Rincón de Ademuz, dentro de la provincia de Valencia, en Ademuz sólo existe un cementerio y pertenece a la parroquia del pueblo, ya que no hay un cementerio municipal.

Resulta que el cementerio de Ademuz se ha quedado sin nichos disponibles, por lo que el párroco ha colgado un cartel de completo, generando un problema en el pueblo porque no hay lugar para enterrar a las personas que fallezcan.
"Les comunicamos que, tras atender algunas demandas de adquisición de derecho funerario, nos vemos obligados a informarles que no disponemos de más nichos para ofrecer. Rogamos se pongan en contacto con el ayuntamiento, pues este cementerio es privado y pertenece a la Iglesia, no es municipal. Gracias por vuestra comprensión, sentimos no poder ofrecer más nichos. Dios bendiga vuestras vidas", dice el cartel.

En el pueblo hay incluso una asociación creada para reparar los nichos que no estaban en buen estado en este cementerio, asociación que puso en marcha José Mateo, quien cuenta a la Cadena SER que el cementerio tiene una ocupación del 20%, pero que el resto de los nichos están ya vendidos.
Antes de colgar el cartel de completo, el estado del cementerio no era el mejor, recuperando la asociación impulsada por José Mateo uno de los pabellones, pero ahora ya no hay nichos disponibles.

Es cierto que una parte de los nichos no ocupados están comprados por vecinos del propio pueblo, pero no todos.
Por ahora, y afortunadamente, no ha muerto nadie que no tuviera un nicho comprado, aunque, desgraciadamente, es cuestión de tiempo que pase. Nadie sabe qué ocurrirá entonces, pero por ahora no hay solución.