Después de este avance, un paso más cerca de la cura del alzhéimer

La salud es probablemente lo más importante que se puede tener en la vida. Es decir, hay muchos aspectos que pueden hacer que la vida sea más o menos divertida, más o menos tranquila, y en definitiva, más o menos feliz. Pero lo que no se puede comprar, y que condiciona todo lo demás, es la salud. Es una cuestión algo sorprendente porque en realidad la salud es un aspecto que solo se tiene en cuenta, a la que solo se le presta verdadera atención, cuando no se tiene, o cuando flaquea. No hay que irse a ninguna enfermedad compleja, con un simple resfriado vale. Cuando alguien tiene un catarro fuerte, piensa simplemente en lo feliz que era cuando podía respirar bien por los dos orificios de su nariz sin que la mucosidad se interpusiera.

Pues esto llevado a las enfermedades graves se aumenta muchísimo lógicamente. Casi nadie tiene valora el simple hecho de poder caminar bien o de poder hacer todo por su propia cuenta sin depender de nadie, hasta que llega el momento en el que no puede hacerlo. El problema está en que muchas de las enfermedades verdaderamente importantes se detectan demasiado tarde, cuando ya no tienen solución más que esperar a que actúen. Es por eso por lo que los estudios médicos guían sus estudios hacia la manera de detectarlos lo antes posible. En esa línea destaca el avance tan importante que se ha realizado en lo que se refiere a enfermedades neurodegenerativas como pueden ser el alzhéimer o el párkinson.

Un primer paso importante

Hace no mucho tiempo se creó el Consorcio Global de Proteómica de la Neurodegeneración, una organización centrada en descubrir aspectos que puedan permitir detectar antes este tipo de enfermedades. Este consorcio ha realizado, gracias a la ayuda de múltiples organizaciones externas, el mayor análisis médico con cientos de millones de muestras, concretamente el número llega hasta los 250 millones de mediciones. Lo que han podido descubrir en estos primeros estudios es que hay una relación entre el alzhéimer, el párkinson y la demencia frontotemporal, que comparten una serie de vías comunes.

Es cierto que cada una de las enfermedades después tiene rutas biológicas únicas, pero se trata de un gran avance. En esa línea, relacionado con las proteínas destaca un descubrimiento realmente impresionante. Se ha descubierto que hay proteínas que pueden cambiar hasta 20 años antes de que aparezcan los síntomas de la enfermedad. Es decir, esto podría suponer detectar la enfermedad con hasta dos décadas de anterioridad. De igual manera destacan la relación entre el envejecimiento de órganos con la posibilidad de padecerlas. En el caso del párkinson por ejemplo ocurre con el envejecimiento muscular, lo cual supone que se trata de un proceso complejo en el que involucra todo el cuerpo, no solo el cerebro.