No hace ni una semana que saltó el nombre de
Luiz Felipe Ramos como objetivo del
Betis para potenciar el eje de su defensa, diezmado por la marcha a coste cero de
Mandi al Villarreal, al tiempo que no tienen clara su continuidad
Bartra ni
Sidnei, con
Víctor Ruiz negociando su continuidad aún. Desde Italia se habla de una propuesta a la
Lazio de cesión con opción de compra, previa renovación con los 'azzurri', pues su contrato expira en
2022, aunque también sería factible un traspaso a bajo coste, conservando los romanos un
porcentaje de una futura venta.
El italo-brasileño, de
24 años, apenas ha tenido minutos en la 20/21 por culpa de una lesión importante de
tobillo, si bien cumple con el perfil demandado en Heliópolis para la nueva aventura europea:
experiencia en la elite, opciones de
revalorización, contundencia y
calidad en la salida. El problema en este caso no es el sueldo (cobra
menos de un millón de euros), sino la competencia (
Milan y Barça fueron los últimos en sonar) y las exigencias de la Lazio, que estarían más cerca de la tasación por parte de las webs especializadas (20 kilos) que de las posibilidades verdiblancas.
Con todo, el
futuro del de Colina se conocerá más pronto que tarde, muy posiblemente durante el presente mes de
junio, ya que la entidad italiana habría dado un
ultimátum a los tres futbolistas en la misma situación (sólo una campaña más de vinculación): o renuevan ya o buscan una salida que satisfaga los intereses del todavía dueño de sus derechos federativos. El portero
Strakosha, el central Luiz Felipe y el extremo derecho
Marusik tienen ese aviso sobre la mesa, mientras que otros con el mismo horizonte contractual no cuentan (
Patric, Lucas Leiva, Adekanye...) o se les permitirá agotar contrato sin más movimientos (
Caicedo).
El Betis, por ende, conocerá el
destino de Luiz Felipe en unos días, semanas a lo sumo. Sabrá a qué atenerse, aunque no parece que la Lazio vaya a ponérselo
fácil ni barato. Reclutado a coste ínfimo (
750.000 euros) hace un lustro del modesto
Ituano, el brasileño se ha ido forjando en Roma todos estos años, cesión mediante a la
Salernitana, por lo que podrían permitirse el órdago de remitirse a un precio cercano a su valor de mercado y forzar la situación, puesto que no arriesga en demasía. Con todo, también le sería sencillo obtener una
plusvalía, aunque no sea la esperada.