Monchi devuelve a la Roma a la aristocracia europea
Adrián Lede2 min lectura
El equipo de Di Francesco tiene un dibujo fijo (4-3-3) que le ha dado buenos resultados en los últimos choques importantes que ha disputado. Ha ganado al Nápoles (2-4) en la Serie A y al Shakhtar (1-0) clasificándose para la siguiente ronda de Champions League. Las únicas veces que García ha variado el dibujo ha sido en partidos importantes fuera de casa y el resultado no ha sido del todo bueno, sin ir más lejos cambió el dibujo en el partido de ida en Ucrania y el Shakhtar fue muy superior. Por ello parece que salvo experimentos está clara la forma en la que van a jugar. El equipo italiano se muestra sólido atrás y es difícil marcarle un gol, aunque también le cuesta hacerlos. En esta Champions no han encajado todavía gol en su campo, convirtiéndolo en un fortín. Una de las claves de esta solidez defensiva la da su portero Allison, una de las revelaciones de la temporada que fue decisivo en la ida en Ucrania, donde la Roma estuvo mal atrás, pero él evitó una goleada que los dejara apeados.
En cuanto a las competiciones solo sigue vivo en Champions y Serie A, ya que cayó en Copa en la primera ronda. En liga de momento está tercera, el objetivo es aguantar entre los cuatro primeros para poder disputar la próxima edición de la Champions League. En Champions se han clasificado para unos cuartos diez años después, e intentarán llegar a unas semifinales que serían históricas. El máximo logro de la Roma en esta competición fue un subcampeonato en la temporada 83-84, cuand cayó los en penaltis con el Liverpool, a pesar de que aquella final se jugaba en el Olímpico de Roma.