FÚTBOL SEVILLANO

Écija: Un entrenador que no entrena y unos jugadores que no juegan

Écija: Un entrenador que no entrena y unos jugadores que no juegan
Gómez Mariscal, en una reunión con la plantilla del Écija. - A. Federero
Antonio FedereroAntonio Federero5 min lectura
Aunque lo del Écija Balompié era la crónica de una muerte anunciada, el adiós definitivo a algo que se ama es siempre doloroso. Sobre todo, si ese algo, el fútbol, conlleva un trabajo diario y un esfuerzo de años. Es lo que le ha pasado al cuerpo técnico y a los futbolistas que iban a defender la camiseta blanquiazul en una 19/20 que no existirá en San Pablo.

"Es un mazazo, un jarro de agua fría... Si, al menos, nos hubieran transmitido la posibilidad de que no iba a salir, algún atisbo de que no había dinero para pagar la deuda, quizás el cuerpo se habría hecho a la noticia, pero desde el club nos decían que no dudáramos en ningún momento de que íbamos a competir", comenta Javier Castaño, el entrenador que llevaba desde el 22 de julio dirigiendo a unos jugadores que "rechazaron ofertas más importantes con tal de llevar el escudo del Écija", y que habla de un equipo que en pretemporada fue "de menos a más" y que, de competir, habría acabado "entre el quinto y el duodécimo puesto": "Teníamos la misma ilusión que el Gerena: ganar nuestro primer partido a pesar de las dificultades".

Pero eso ya no va a ocurrir. La Real Federación Andaluza de Fútbol (RFAF) decretó ayer que el Xerez D.F.C.-Écija de la tercera jornada queda suspendido, a falta de que se oficialicen su exclusión de la Tercera división y su descenso administrativo.

"Ha sido mes y medio de mentiras y ahora la situación para muchos es muy jodida", reconoce Ángel del Pino, capitán del equipo astigitano y que ha vivido con Ángel Gómez Mariscal, propietario del club, "el día a día" de un quiero y no puedo.

Por eso, Del Pino es voz autorizada para explicar por qué no se llegó a un acuerdo con los jugadores del año pasado que reclamaban impagos. "Yo hablaba con algunos de ellos, son amigos míos, y en todo momento se sabía lo que había por su parte. Ellos quisieron llegar a un acuerdo para que el Écija no desapareciera, pero los engañaron dos veces y dejaron de confiar. Entiendo su postura, claro, y se la hago ver a Ángel desde el primer minuto, pero él se dedicó a pelear. Hubiera sido mejor ir por las buenas...", considera el líder del vestuario ecijano, así como que Gómez Mariscal "parece que fue traicionado por Javier Blasco", su socio.

Coincide Ángel del Pino con su entrenador en que el equipo "se aisló" de todo y que se hizo "un buen trabajo" de preparación. De ahí que su pena sea comprensible: "Yo no quiero colgar las botas, me encuentro fenomenal, pero con 32 años, perder un año de fútbol es casi decir adiós. Lo mismo pasa con Isco, Gabri, Alejo, Sigüenza o Nico".

"Nos queda la sensación de que se podría haber hecho más, de que todos los movimientos podrían haberse hecho antes, como hizo el Xerez C.D.", se queja Javi Castaño, que asegura que Gómez Mariscal "asume su parte de culpa", y que admite que no se puede decir "sólo que la AFE o los bancos no han ayudado".

Eso sí, este técnico sevillano, que se ha quedado con la miel en los labios de entrenar por primera vez en Tercera a sus 38 años, tiene una crítica con los organismos del fútbol: "La RFEF, la RFAF y la AFE deberían estar por encima de estas situaciones. Mis jugadores y yo merecemos un respeto y una defensa, pero, según la AFE, no, porque hasta que el club no presente nuestras fichas no existimos para ellos. Somos los máximos damnificados de una situación de la que somos los menos culpables".

Una situación, a la que se refiere Castaño, que es la de un cuerpo técnico que no entrena y unos jugadores que no juegan. "El Écija con el presupuesto más bajo de su historia iba a hacer una temporada más que digna, pero no lo vamos a poder demostrar", lamenta el míster.
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