Carlos Vicente se reivindica cuando más lo necesitaba el Alavés
El extremo maño marcó ante el Real Madrid tras semanas relegado al banquillo por la irrupción de Calebe

Carlos Vicente eligió el escenario más exigente para reivindicarse. Cuando su protagonismo había disminuido y el Alavés necesitaba un golpe de efecto ante el Real Madrid, el extremo apareció desde el banquillo para firmar un gol que le devuelve confianza y refuerza su peso en el equipo de Eduardo Coudet.
Un gol que cambió el partido
Corría el minuto 67 en Mendizorroza cuando el ‘Chacho’ Coudet movió ficha. Buscaba agitar el partido y dio entrada a Toni Martínez, Aleñá y Carlos Vicente. Apenas sesenta segundos después, la apuesta encontraba premio. Un envío preciso de Antonio Blanco dejó al ‘7’ en ventaja y el extremo no falló ante Courtois en el primer balón que tocaba.
El gol tuvo suspense. El asistente levantó el banderín señalando fuera de juego, pero el VAR corrigió la decisión y validó el tanto. Carlos Vicente lo celebró con rabia, consciente de lo que significaba. No marcaba en Liga desde hacía dos meses y lo hacía justo cuando su rol en el equipo había cambiado.
De indiscutible a secundario
La temporada no está siendo sencilla para el extremo maño. Tras llegar a Vitoria en enero de 2023, Carlos Vicente se convirtió en una pieza fija tanto con Luis García Plaza como en la primera etapa de Coudet. Sin embargo, en las últimas jornadas el técnico argentino ha apostado por Calebe como titular, un perfil más asociativo y técnico que ha modificado el dibujo ofensivo del equipo.
Aunque el entrenador siempre ha tenido palabras de elogio hacia él, la realidad es que Carlos Vicente ha tenido que asumir un papel menos habitual desde el banquillo. Una situación que todo futbolista trata de revertir con hechos, y no con palabras.
Números que avalan su importancia
Pese a no partir de inicio, el impacto del ‘7’ sigue siendo notable. Es el máximo goleador del Alavés en Liga con cuatro tantos, tres de ellos desde el punto de penalti, y ha sido decisivo en la Copa, donde suma tres goles y tres asistencias en apenas dos eliminatorias.
Ante el Real Madrid, su actuación fue más allá del gol. Volvió a adueñarse del carril derecho, generó peligro constante y estuvo cerca de firmar una asistencia de mucho valor en un centro medido que Toni Martínez no logró aprovechar. Incluso hubo una acción posterior en la que el Alavés reclamó penalti tras otra internada suya.
Un posible punto de inflexión
El partido ante el Madrid no fue uno más para Carlos Vicente. Fue una declaración de intenciones. Demostró que sigue siendo un recurso diferencial, ya sea como titular o como revulsivo. Su velocidad, profundidad y determinación continúan siendo un arma clave para este Alavés.
Ahora la decisión vuelve a estar en manos de Coudet. Carlos Vicente ya ha hecho lo más difícil: responder en el campo cuando más dudas había.