Giro sorprendente en el Atlético
El Atlético de Madrid ha pasado de ser ese equipo sólido que te golpeaba con muy poco trato del balón a dominar la posesión en los partidos

El Atlético de Madrid se ha ido reinventando con el paso de los años. Simeone instauró una idea en sus primeros años que le dio muchos éxitos. El equipo colchonero se convirtió en una roca defensiva que contragolpeaba con una fiereza increíble. Un 4-4-2 muy reconocible que era muy difícil de superar por todos los rivales y que le llevó a ganar un par de ligas y meterse en dos finales de la Champions League, entre otras cosas. Pero el paso de los años y los cambios en la plantilla han derivado en otra idea de juego poco a poco.
La temporada no ha empezado nada bien en cuanto a los resultados, aunque en la última jornada ha conseguido una victoria muy revitalizante que en el club esperan que sea el punto de inflexión para el resto de la campaña. Pero, a pesar de los resultados negativos, el conjunto colchonero ha dominado en gran medida los partidos y ha creado multitud de ocasiones para conseguir más puntos de los logrados. Y en ese dominio, hay un dato que revela claramente el cambio de rumbo en el juego del Atlético de Madrid.
Con las estadísticas en la mano, parece claro que el cambio de idea del técnico y el club es claro. En todos los partidos de la temporada, el balón fue de los de Simeone. En el último caso, ante el Villarreal, el cuadro rojiblanco tuvo el 61% de la posesión del balón. Dejó al conjunto castellonense con menos de 40%, algo que le sirvió para llevarse la victoria gracias al acierto también que le había faltado en jornadas anteriores, tanto en ataque como en defensa, ya que no encajó ningún gol. En los choques anteriores, el Atleti consiguió un 60-40 ante el Espanyol y el Alavés y un 58-42 frente al Elche, un equipo que se caracteriza por el buen trato de balón desde que la pasada temporada llegó Eder Sarabia, discípulo de Quique Setién, al banquillo franjiverde.
Queda claro por tanto el cambio en el trato del esférico por parte del conjunto colchonero. Ese Atlético sólido que aprovechaba el balón parado y las contras para golpear al contrario se ha convertido en un equipo que le gusta el balón, que trata de atacar mediante el juego con balón y que quieren jugar bien a la pelota. Los puntos no acompañan hasta ahora al conjunto rojiblanco, pero las intenciones del equipo están muy claras tras este principio de LALIGA.