Aitor Torvisco8 min lecturaSpotify Camp Nou. Así se llama desde el pasado día 1 de julio el estadio del FC Barcelona, tras el anuncio del acuerdo para que la plataforma de audio en 'streaming' se convierta durante los próximos cuatro años en el patrocinador principal de la entidad azulgrana. La fachada principal del Camp Nou ya luce el logo de la compañía sueca que también estará presente en las camisetas de los equipos masculino y femenino.
No queda ahí la cosa con Spotify, que se dejará ver también en paneles publicitarios en la sala de prensa, en la zona mixta del estadio del Barça o en el Mini Estadi Johan Cruyff, además de una colaboración con el Barça Academy, contenidos audiovisuales para las redes sociales de la entidad... En definitiva, un completísimo acuerdo que permitirá seguir saneando la maltrecha economía del FC Barcelona.
Según las estimaciones de la directiva que preside Joan Laporta, el club culé ingresará alrededor de 70 millones de euros durante estos cuatro años de contrato, además de diversos pluses por rendimiento. Una cifra que el Barça considera rentable y que le une al grupo de equipos España en sumarse a esta práctica a la que ya recurrieron el Atlético de Madrid (Wanda Metropolitano), el RCD Mallorca (Ono Estadi y luego Iberostar), el RCD Espanyol (Power8 Stadium) o, con matices, el CA Osasuna (El Sadar fue Reyno de Navarra, con patrocinio institucional).
Aunque en España sigue chocando, el 'naming rights' es muy habitual en otras ligas de Europa, especialmente en la Premier League británica -Ettihad o Emirates Stadium, por ejemplo- o la Bundesliga en Alemania -Allianz Arena, Bay Arena, Veltins-Arena o Signal Iduna Park- o Austria -Red Bull Arena-, por nombrar sólo algunos de los casos más conocidos con clubes de primer nivel como el Manchester United, el City, el Bayern de Múnich, el Bayer Leverkusen, el Bourssia de Dortmund o el RB Salzburgo.
En el Real Madrid, el presidente Florentino Pérez está inmerso desde hace años en una faraónica remodelación del Santiago Bernabéu, que "de momento seguirá llevando ese nombre aunque no se descarta que pueda tener un apellido comercial en el futuro". En años de profunda crisis económica a nivel mundial, se presenta como un recurso aún más tentador para recaudar ingresos. Los hinchas más prácticos abogan por ello. Para el público más tradicional, sin embargo, ponerle un nombre comercial al estadio del club de sus amores es poco menos que una afrenta a la simbología y ponerle precio a una pasión que es incondicional.
¿Y qué piensan de todo esto en la capital de Andalucía? Los fondos procedentes del acuerdo de CVC y LaLiga a cambio de un porcentaje de los derechos televisivos están siendo usado por la mayoría de clubes para afrontar necesarias reformas en sus estadios y ciudades deportivas, como es el caso de Sevilla FC y Real Betis. ¿Pero es posible que el Ramón Sánchez-Pizjuán o el Benito Villamarín incluyen o fuesen sustituidos por el nombre de un patrocinador?
De ello han hablado recientemente el presidente del Sevilla FC, José Castro, quien dejó la puerta abierta en ese proceso de consulta al socio que está realizando con la empresa Legends de cara a tomar la mejor decisión posible sobre la remodelación del actual feudo o la construcción de uno nuevo, en el actual emplazamiento o en otro. "El club valora todas las opciones posibles", explicó el máximo dirigente nervionense.
"Tenemos un nuevo director de negocios, que es Jorge Paradela, y pronto saldrán a la luz nuevas cosas en las que está trabajando. Una de las opciones es un encontrar un patrocinador para el estadio que aportaría importantes ingresos económicos. Es una opción. En los próximos meses vamos a tener buenas noticias en esa parcela, que ya es la segunda que más ingresos da al club", explicó Castro el pasado mes de mayo en una entrevista a Radio Marca Sevilla, en la que se mostró revelador pese a evitar entrar en detalles.
Sí se mojó más a la hora de admitir que no se imagina al Sevilla FC jugando como local en un sitio que no sea su barrio de Nervión: "El corazón del Sevilla FC es Nervión. Dificilmente nos vamos a ir de nuestra casa, pero haremos lo que sea. Lo que sea. Aún hay que seguir haciendo estudios. Y por no hablar de la ciudad deportiva, que seguimos reformándola y ampliándola, todos los proyectos están visados y seguimos trabajando en eso".
El director de comercio del Real Betis, Ramón Alarcón, también se refirió a este asunto recientemente y, en su caso, cerró esa puerta de manera rotunda: "No vamos a tener ningún pelotazo raro en cuanto a acuerdos comerciales. Hoy en día los 'naming rights' de un estadio como el Benito Villamarín, donde todavía no estamos en una capital como Madrid en la que pudiera haber 60, 80 ó 100 eventos al año aparte de los partidos de fútbol, el importe que están pagando no es el suficiente como para cambiar el nombre del estadio".
En una entrevista concedida hace dos semanas a Canal Sur Radio, Alarcón aseguraba que el Betis prefiere emprender otras vías de búsqueda de ingresos como las zonas premium o los palcos VIP del Benito Villamarín, donde se comprometen a 'meterle mano' por fin a la grada de Preferencia, terminar de una vez el estadio y hacer que éste sea rentable los 365 días del año, no sólo cuando juegue el equipo verdiblanco.
"Este proyecto con CVC nos va a permitir terminar el estadio. Es importante que podamos tener un estadio que se pueda rentabilizar no sólo una vez cada 15 días, sino todos los días, todo el año", indicó en esta misma línea el presidente del Betis, Ángel Haro, hace tres semanas, en un acto con los socios más veteranos. El máximo dirigente heliopolitano explicó sus planes con esos ingresos y, sin fijar plazos concretos, apuntó directamente a la grada de Preferencia: "No es un tema de tener un sueño. Hay que terminarlo. Tenemos que tener un estadio decente. Es una fuente de ingresos y estos fondos CVC nos van a permitir terminarlo".