El agravio del que se quejan los béticos y que costó la segunda derrota

El Real Betis hizo... 23 faltas menos y vio más amarillas que su rival; Soto Grado y el VAR no arbitraron igual en las dos áreas

El agravio del que se quejan los béticos y que costó la segunda derrota
Expulsión de Luiz Felipe. - LaLiga
Antonio José MedinaAntonio José Medina 3 min lectura

Mediada la segunda parte, Sergio Canales estalló... y, como premio, vio la cartulina amarilla. Justo antes le habían pegado una patada y, como no se había caído, le dieron una segunda. Era la enésima de una segunda parte en la que el Celta tiró de juego sucio para poder frenar a un Real Betis con diez, que con Fekir y el cántabro, ayudados por la consistencia de Paul y el apoyo de Rodri en la creación, se estaba comiendo al equipo local.

El colegiado riojano Soto Grado, que había puesto el listón muy alto en la primera mitad, en la que llegó a sacar cuatro tarjetas en cinco minutos, aparte de la roja a Luiz Felipe, lo bajó de forma drástica e incomprensible cuando era el Betis el perjudicado.

Y el dato ofrecido por @LaLigaenDirecto así lo demuestra. El Celta, uno de los equipos más bruscos del campeonato, hizo 26 faltas por sólo 3 del Real Betis. Y sólo recibió tres cartulinas amarillas, las mismas que el cuadro bético, al que, además, expulsaron a Luiz Felipe. Lo que provocó el enfado de Manuel Pellegrini.

"Jugamos más de 70 minutos con un jugador menos, tras una expulsión que no entiendo. Entendió el arbitro que era amarilla, porque había más defensores. El VAR mandó más que el árbitro. Al principio lo estimó para amarilla", aseguraba tras el partido el colegiado chileno.

La mano de FRan Beltrán y la actuación del VAR

Esa rectificación en el VAR, en el que estaba un 'viejo conocido' del beticismo como es el lanzaroteño Hernández Hernández, no se vio luego en otra jugada polémica. La de la mano de Fran Beltrán en la segunda mitad. Soto Grado, ante las protestas de Fekir y Álex Moreno, señaló que no era mano porque era el brazo que estaba apoyado en el césped, pero en las imágenes se aprecia que no era ése brazo el que golpea el balón sino el que tiene arriba y el árbitro riojano no quiso ni verlo repetido en la pantilla, algo que sí hizo tras la amarilla a Luiz Fleipe que luego se transformó en roja.

No fue la única acción que protestaron los jugadores del Real Betis, que se marcharon de Balaídos con la sensación de que habían sido claramente perjudicados con un arbitraje parcial y con una decisión, la de rearbitrar una jugada, que en pretemporada les dijeron desde el Comité Arbitral que este año no se iba a ver.

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