Antonio José Medina5 min lecturaSorprendía Manuel Pellegrini con los numerosos cambios realizados en el once del Real Betis y la presencia de Martín Montoya de entrada. Fuera que pensara en la Roma o no, la apuesta inicial le salió mal, ya que el lateral catalán perdía el balón con el que Gabri Veiga adelantaba a su equipo a los 9 minutos de partido.
La expulsión de Luiz Felipe y la posterior entrada de Pezzella por William hizo que Canales asumiera la construcción del juego, aunque sólo encontró el 'apoyo' de Rodri hasta que, en el descanso, entró Fekir y el Betis empezó a tener más el balón. Con Joaquín y Ruibal en los últimos minutos, el Betis ya se fue a por el empate, pero el portero argentino del Celta evitó la igualada.
Poco pudo hacer en el gol de Gabri. Luego, dos buenas paradas permitieron al Betis llegar vivo al descanso. Y otra ante Óscar al final, para poner la guinda. Partidazo sin premio.
Quedó retratado en la jugada del gol de Gabri Veiga, en la que pierde el balón. Luego, hizo alguna subida de mérito, pero acabo siendo sustituido por Ruibal.
El italo-brasileño no supo parar a Larsen, que ya habá avisado de su peligrosidad antes, incluso, de la acción que le costó la expulsión al ex de la Lazio.
Larsen le hizo sufrir, como a sus compañeros, pero supo resolver la papeleta con contundencia. Con Paciencia y Aspas lo llevó mejor.
Más protagonista en la segunda mitad que en la primera, en la que el Betis fue dominado. En la segunda se fue al ataque y tuvo varias llegadas de mérito. Incombustible.
De lo mejorcito del Betis. Dio equilibrio al equipo y permitió que no se desmoronase en los peores momentos.
Poca participación del portugués en los 22 minutos que estuvo sobre el terreno de juego. Sólo apareció en la jugada del gol del Celta, en la que no llega a cortar la llegada de Gabri Veiga.
Apaneas se le vio al brasileño salvo en algunas jugadas puntuales en las que buscó la guerra por su cuenta. El Betis estuvo mal en la primera mitad y sus delanteros lo pagaron.
Ofreció muchas soluciones en el centro del campo cuando su equipo estaba en inferioridad, aunque sólo en la segunda parte encontró a los delanteros.
Recibió muchas patadas y golpes, que el árbitro no quiso señalar. Asumió la construcción del ataque bético tras la expulsión de Luiz Felipe y la sustitución de William.
Con el Celta dominando completamente apenas se le vio en la primera mitad. Sólo en una gran ocasión, en la que se quedó solo con Marchesín, pero el portero celeste estuvo muy rápido y frenó su disparo.
Fue el encargado de frenar a Larsen, con el que saltaron chispas. Con el argentino, la defensa mejoró. En ataque, tuvo el empate en los últimos minutos, pero su remate se le fue desviado.
Su presencia cambió el partido. El francés asumió, junto a Canales, el ataque bético tras el descanso y su equipo lo notó.
Gran ocasión de cabeza, que salvó Marchesín. Muy luchador en su cruzada contra la defensa celeste.
Muy participativo en los minutos que estuvo sobre el campo. Tuvo una ocasión al final, pero su volea se fue alta.
Suplió a Montoya para jugar los veinte últimos minutos. Y se hizo notar. De sus pies salió una de las mejroes ocasiones del Betis, que se encontró con Marchesín.