Claudio Giráldez no ocultó su enfado tras la derrota del Celta: “Tiramos el partido en dos errores”

El técnico del Celta de Vigo, Claudio Giráldez, se mostró especialmente crítico con la actuación de su equipo tras la derrota en Balaídos frente al Getafe (0-2), un encuentro en el que los goles de Liso y Uche en la segunda mitad dejaron sin premio el debut europeo del conjunto celeste.

“Tuvimos más fútbol que el rival, pero nos faltó claridad en la circulación y precisión en los momentos decisivos. El primer gol nos hizo demasiado daño y en ambas jugadas donde encajamos teníamos superioridad numérica. Queremos competir duelos que no tocaban y ahí el Getafe fue más contundente”, explicó el preparador.

El arranque de la temporada, marcado por la ilusión del regreso a Europa, empezó con un jarro de agua fría. Giráldez recalcó que lo que más le molestó fue la desconexión del equipo tras el 0-2, cuando, según él, “cada jugador quiso resolver por su cuenta” generando desorden y caos en el campo.

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Una lección de humildad

El entrenador de O Porriño no escondió su malestar y consideró la derrota como una “cura de humildad”: “En dos errores aislados tiramos un partido que parecía destinado al empate. Es más demérito nuestro que mérito rival. Tenemos que mirarnos a nosotros mismos, entender que sin orden no podemos competir al máximo nivel”.

Giráldez reconoció que le sorprendió el planteamiento de cinco defensas de Bordalás, algo poco habitual en el Getafe, aunque también señaló que su equipo no supo adaptarse con rapidez a esa propuesta.

El técnico celeste destacó que a su equipo le faltó velocidad en el último tercio y precisión en los metros finales, factores indispensables para abrir defensas tan sólidas como la del Getafe. “Hoy no hemos generado ocasiones claras, y aunque en ciertos tramos estuvimos bien ubicados, al final nos desesperamos y dejamos de confiar en lo que estábamos haciendo”, lamentó.

El desorden tras el 0-2

Para Giráldez, el aspecto más preocupante fue la pérdida de identidad tras el segundo gol visitante. “Puedes cometer un error y encajar, pero queda tiempo para reaccionar. Lo que no podemos hacer es entrar en un descontrol que nos debilita. Esa sensación de desorden no puede repetirse”.

El técnico subrayó que sus futbolistas deben “remar en la misma dirección”, mantener la fe en el plan de juego y entender mejor las ventajas y desventajas de cada momento.

A pesar de la derrota, Giráldez también rescató algunos aspectos positivos: “Hubo fases de buen juego en la primera parte y después del 0-1. Debemos quedarnos con eso y reforzar la importancia de la táctica, la ubicación y el trabajo en equipo. Nos viene bien esta cura de humildad para mejorar”.

Con el inicio liguero torcido, el mensaje del técnico es claro: autocrítica, unidad y más fidelidad a la idea de juego que llevó al Celta de vuelta a Europa.