Sara Portillo Maya5 min lecturaLa última vez que compitió de forma profesional sólo tenía 23 años, pero Peter Knowles ya era una estrella en Inglaterra. Concretamente, el 6 de septiembre de 1969, cuando el delantero del Wolvehampton Wanderers disputó su último partido, ante el Nottingham Forest. Después de eso, colgó prematuramente las botas en un ejercicio que sorprendió a muchos: decidió convertirse en testigo de Jehová.
En el Wolverhampton se convirtió en un futbolista muy popular y querido por la afición, que alucinaba por las acrobacias que hacia sobre el verde. Anotó un total de 101 goles entre todas las competiciones y "tenía el mundo del fútbol a sus pies en los años 60", recuerda el propio club. Allí lo describen como "un jugador hábil que tenía todos los trucos del libro".
Por eso, cuando en septiembre del año 1969 decidió colgar las botas, a poco de cumplir los 24 años, pocas personas o nadie lo entendieron: había que elegir entre el fútbol y ser testigo de Jehová. Y el que fuera hijo del jugador la liga de rugby Cyril Knowles y hermano de otro futbolista profesional Cyril Nowles, se decantó por lo segundo. Al final, terminó trabajando como lechero, vendedor de azulejos, limpia ventanas y hasta en un almacén de Marks & Spencer, hasta que llegó su jubilación hace ya 13 años (en 2010).
Posiblemente, la situación habría sido diferente si el futbolista no se hubiera marchado como cedido a Estados Unidos, donde militó para el Kansas City Spurts, ¿por qué? Pues porque fue ahí donde dos testigos de Jehová locales llamaron a su puerta... y eso fue el principio de su fin como futbolista profesional. Además, él era ateo. Así lo contó en 2018 a Rob Maul enThe Sun: "En ese momento, yo era ateo, no creía en un Dios. Estaba feliz de ser futbolista profesional y de jugar en los Wolves... y se me daba bien", relató.
Cuando esos dos testigos de Jehová se presentaron a su puerta, él les preguntó: "¿Por qué murieron mi padre y mis dos hermanas, que no habían hecho nada malo?", dijo. Y continuó: "Entraron y respondieron esa pregunta. Respondieron otra pregunta. Y luego otra, para la que nunca obtuve respuesta. Así fue como me hice testigo de Jehová", prosiguió con su narración.
"Si no hubiera conocido a esos dos testigos de Jehová habría seguido jugando al fútbol, pero les escuché y pensé: "Sí, eso tiene sentido", dijo. Cuando Peter Knowles regresó al Reino Unido... ya no era el mismo. No obstante, continuó compitiendo con los Wolves. De él se esperaba que incluso hubiera sido convocado para el Mundial de 1970, con la elástica inglesa. Pero eso no pasó, porque el 6 de septiembre de 1969 dijo adiós al fútbol, de forma tan prematura como repentina y bajo el propio enfado de su madre. Pese a que muchos pensaron que sería algo temporal... nunca más regresó. "Es la mejor decisión que he tomado en mi vida, nunca me he arrepentido, ni una sola vez", aseguró.
Y eso que el club le estuvo preparando la ropa "durante aproximadamente un año" además de enviarle "contratos durante más de 10 años", hasta que cumplió los 36. Pero el joven de entonces, que ahora ya ronda los 80 años, nunca firmó. Pero el motivo de su renuncia, es más profundo, y así lo explicó: "La Biblia dice: "Todos los hombres son creados iguales". Pero cuando me puse una camiseta de fútbol, hubo una diferencia. La gente empezó a adorarme. Me idolatraron. Me trataron diferente a una persona común y corriente. Entonces pensé: "¿Qué voy a hacer?". No pude hacer las dos cosas. Tuve que renunciar a uno o al otro".