El plan del Real Oviedo con Kwasi Sibo

El Real Oviedo ha decidido no esperar a que la disputa de partidos active la renovación automática de Kwasi Sibo y pretende sellar su continuidad una temporada más, hasta 2027. El centrocampista ghanés, de 26 años, clave en el ascenso a Primera división, es una apuesta de presente del proyecto carbayón.

Sibo aterrizó en el Carlos Tartiere hace dos veranos, procedente del Amorebieta, tras un seguimiento directo del director deportivo Roberto Suárez, quien valoró su potencia física y su despliegue defensivo como rasgos ideales para reforzar el mediocampo del Real Oviedo. Pese a llegar desde un equipo recién descendido, la entidad confió en su progresión y firmó un contrato de dos temporadas con una cláusula adicional que ampliaría su vínculo si alcanzaba los 25 partidos oficiales en liga, según informa La Nueva España.

Una renovación por méritos y por previsión

Hasta la fecha, Sibo ha disputado cinco de los nueve encuentros de liga del Real Oviedo, tres de ellos como titular, acumulando cerca de 300 minutos. Sin embargo, el ritmo actual podría no bastar para llegar al umbral de los 25 partidos antes del final del curso, motivo por el cual la dirección deportiva quiere adelantarse.

La intención del club es recompensar su rendimiento y, al mismo tiempo, proteger su valor de mercado. Sibo ha ganado peso en el vestuario y cuenta con la confianza del nuevo cuerpo técnico, pero su futuro podría complicarse si llegara libre el próximo verano. El propio jugador ha cambiado recientemente de agencia de representación, lo que ha facilitado las conversaciones, y ambas partes coinciden en que su continuidad es la mejor opción.

El Mundial, un factor determinante

El gran motivo que acelera los tiempos es el Mundial de 2026. Ghana ya está clasificada y Sibo ha participado en los últimos compromisos internacionales, lo que le abre la puerta a formar parte de la lista definitiva para el torneo que se celebrará en Canadá, Estados Unidos y México.

En el Real Oviedo existe preocupación de que un buen rendimiento mundialista eleve su cotización y despierte el interés de clubes extranjeros. De hecho, el mediocentro ya tuvo ofertas el curso pasado, tanto de la MLS como de clubes portugueses, aunque ninguna llegó a concretarse.

El club no quiere repetir el escenario de otros casos recientes en los que el rendimiento individual rebasó el marco contractual. Por ello, busca blindar a Sibo cuanto antes y evitar que salga sin contraprestación económica.

Una apuesta de club con sello propio

La situación de Sibo recuerda al caso de Aarón Escandell, cuyo rendimiento le valió una renovación merecida el pasado curso. El Real Oviedo mantiene esa misma línea: premiar el trabajo, consolidar una base de jugadores comprometidos y reforzar la identidad del equipo antes de mirar al mercado.

La intención es cerrar el acuerdo antes del parón de noviembre, con una ampliación que refleje la confianza mutua entre club y jugador. Mientras tanto, Sibo sigue sumando minutos, afianzado en un proyecto que lo rescató del anonimato y lo ha llevado a la Primera división y la Selección ghanesa.

En apenas dos años, el mediocentro ha pasado de jugar en Primera Federación a ser uno de los hombres más fiables del Real Oviedo. Su renovación no solo sería una operación estratégica, sino también un premio a la constancia y al crecimiento silencioso que ha caracterizado su trayectoria.