El problema de Arda Güler con Bellingham
Arda Güler ha aprovechado la lesión de Jude Bellingham para convertirse en pieza clave del centro del campo blanco. Ahora, con el inglés listo para reaparecer, se abre un nuevo escenario en el once de Xabi Alonso
El Real Madrid parece haber encontrado en Arda Güler a una de sus grandes revelaciones de este inicio de temporada. A sus 20 años, el mediapunta turco está firmando un arranque fulgurante bajo la batuta de Xabi Alonso, quien no ha dudado en confiarle la titularidad en los cuatro primeros partidos de LaLiga, disputando 324 de los 360 minutos posibles en el campeonato, un salto importante para un futbolista que hasta hace unos meses esperaba pacientemente su momento en la sombra.
La puerta se abrió tras la operación en el hombro izquierdo de Jude Bellingham, cuya baja obligó al técnico tolosarra a rediseñar su plan en la medular. Sin embargo, más allá de la coyuntura, Güler ha respondido con una madurez sorprendente, consolidándose como una pieza de primer nivel y ofreciendo soluciones tanto en la creación como en la circulación de balón.
La incógnita ahora es qué ocurrirá con el regreso del internacional inglés, que ya ha entrado en la convocatoria para el estreno europeo contra el Olympique de Marsella. Xabi Alonso deberá decidir si mantiene al otomano en el once. Durante el pasado Mundial de Clubes, Güler compartió protagonismo con Bellingham, Valverde y Tchouameni, siendo titular en todos los encuentros salvo en el debut ante Al Hilal. En aquella cita, el técnico incluso le confió el control del mediocampo, demostrando que lo ve preparado para asumir galones en escenarios de alta exigencia. Por otro lado, en la derrota contra el PSG, su participación fue difusa, desapareciendo junto a un equipo que nunca encontró su mejor versión.
Un posible cambio de esquema
La polivalencia de Arda es otro de sus puntos fuertes. Aunque su papel actual está ligado a la sala de máquinas, también puede actuar como extremo derecho, una posición en disputa con Mastantuono y Brahim. La visión de juego, la pausa y la consistencia del ex del Fenerbahce lo convierten en una opción muy seria para ese carril.
En apenas unos meses bajo el mando de su nuevo entrenador, Arda Güler ha pasado de promesa en desarrollo a pieza consolidada en el engranaje blanco. Su irrupción no solo ha respondido a una necesidad, sino también al talento y la personalidad con los que ha aprovechado la oportunidad. Con el regreso de Bellingham, la competencia interna se intensificará, pero el turco ya ha demostrado que su sitio en el once del Real Madrid no se discute con tanta facilidad.