Fernando Ruiz4 min lecturaLa grave lesión de Thibaut Courtois en pretemporada le abrió las puertas de la titularidad en el Real Madrid, pero Andriy Lunin vio como el conjunto blanco se lanzaba al mercado para fichar a otro portero de garantías con el que poder defender su arco. Para ello trajeron a Kepa Arrizabalaga cedido desde el Chelsea, un movimiento que al portero ucraniano lejos de caerle mal o desanimarle, provocó el efecto contrario. Así lo ha reconocido en una entrevista a El Chiringuito de jugones.
"Lo entendí perfectamente. No hacía falta decirme que hacia falta fichar un portero. No fue ninguna sorpresa para mí por lo menos, estaba compitiendo con Thibaut (Courtois) así que es lo que dije, no fue ninguna sorpresa que viniera otro portero, no hay nada raro", explicaba el ucraniano que tras jugar los dos primeros partidos como titular, vio como con la llegada del de Ondárroa volvía al banquillo durante 10 partidos de LaLiga.
Pero su vuelta a la titularidad ante el Valencia lo cambió todo. Desde entonces el meta ucraniano tan sólo se ha perdido dos partidos del campeonato doméstico (frente a Alavés y Almería) estando ahora por delante de su compañero Kepa. Y él mismo lo admite. "Sí, seguramente sí", dice cuando le preguntan si está en el mejor momento de su carrera.
Pero tampoco es Lunin de esos que se confían, sabe que cualquier fallo puede devolverlo al banquillo, por eso tampoco nota que sea titular: "No sé, lo que estoy notando es que me dejan jugar más, un poco más que antes, y estoy agradecido. Intento agradecerlo con el juego en el campo".
Porque Lunin sabe muy bien lo que es vivir a la sombre de un portero titular, y eso, para él, es lo más difícil de sobrellevar en el Real Madrid. "¿Lo más complicado? No jugar, no hay nada más que decir", zanja rápidamente, por eso tampoco sigue mucho las ruedas de prensa de Ancelotti, donde viene anunciando quien juega de titular en la portería y quien no: "No sigo mucho las ruedas de prensa ni la prensa en general porque si no me vuelvo loco. Estoy enfocado solo en el fútbol y en mi trabajo".´
Pero si una cosa tiene clara el meta ucraniano es que quiere seguir en el Real Madrid pese a saber que hay clubes muy interesados en él, como el Real Betis. "Obviamente. Tengo contrato hasta 2025, esa es la idea y el plan, pero lo que puede suceder no lo sé ni yo", dice el meta blanco, que también habla de la sensación que supone jugar ante 80.000 personas en el Santiago Bernabéu: "Es algo increíble, sobre todo cuando corean tu nombre, sobre todo para un chico como yo de un pueblo de 30.000 habitantes. Nunca me lo imaginé, es algo de otro mundo".
Para finalizar, Lunin se muestra agradecido a su familia, en quien se apoya en los malos momentos: "Mi mujer, mi hijo ahora, sin darse cuenta pero cuando estoy con él me olvido de todo el mundo. Mi familia me ayudó muchísimo".