Javier Jiménez3 min lecturaEl pasado fin de semana se jugaba en La Romareda en encuentro entre el Real Zaragoza y el Andorra FC de la jornada 23 de LaLiga Hypermotion. El partido estaba previsto que se jugase el viernes 19 de enero de 2024. . El partido quedó suspendido y se aplazó para el sábado se ese mismo fin de semana.
El sábado ambos equipos llegaron al templo aragonés dispuestos a jugar el partido de liguero. La nieve ya no era un problema para la integridad física de los jugadores y los operarios del Real Zaragoza trabajaron duro para que el partido pudiese disputarse. En la grada aún quedaban restos de la nevada intensa que cayó sobre Zaragoza y los asientos de los aficionados estaban llenos de nieve e hielo. Los locales le dieron una alegría inmensa a su afición tras ganar por dos goles a cero al equipo andorrano. La efusividad era tal en las gradas de La Romareda que los aficionados maños hicieron bolas de nieve con los restos que había en los asientos del público. Para celebrar los dos goles marcados por el equipo local, firmados por Francho Serrano y Fran Gómez, los aficionados lanzaron las bolas de nieve al campo en una lluvia de pelotas blancas. Los lanzamientos no impactaron en ningún jugador ni en el juez de línea debido a que simplemente se trataba de una forma de celebrar. Rápidamente los videos de los aficionados lanzando la nieve al campo se viralizó ayudado por un vídeo publicado por seguidores del equipo local en las redes sociales.
Debido a esto, el Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol ha decidido sancionar al club aragonés con una multa de 602 euros. El comité no ha pasado por alto este acto en las gradas del conjunto maño, que al fin y al cabo se trata de arrojar objetos al campo, y le impone la sanción económica bajo el nombre de sanción por "alteración de orden de carácter leve", según ha señalado el comunicado del Comité de Disciplinas de la RFEF. La sanción se queda en algo anecdótico debido a que ninguna bola impactó en los protagonistas sobre el terreno de juego. Una celebración que vale poco más de 600 euros que no borra la sonrisa de los miles aficionados zaragocistas que se desplazaron al estadio a pesar de la nieve para ver a su equipo. El Zaragoza continúa escalando en la tabla clasificatoria en busca de los puestos de play off.