Antonio Conte, en alerta
Antonio Conte lanza la alerta tras la dura derrota del Nápoles ante el PSV, advirtiendo sobre problemas de cohesión y concentración en el equipo

El Nápoles sufrió un duro golpe en la Champions League al caer 6-2 ante el PSV Eindhoven en la tercera jornada de la fase de grupos. Tras el partido, el técnico Antonio Conte expresó su preocupación por la situación del equipo y la necesidad de recuperar la cohesión perdida después de una profunda renovación de plantilla.
Una derrota que duele
El conjunto italiano comenzó el encuentro con Kevin De Bruyne comandando la zona media y mostrando control en los primeros minutos. Sin embargo, la ventaja inicial de Scott McTominay a los 31 minutos fue rápidamente neutralizada por un autogol de Alessandro Buongiorno y un tanto de Ismael Saibari, lo que puso al Napoli en desventaja y desató la noche caótica que seguiría.
En el segundo tiempo, el PSV, liderado por Dennis Man, amplió la diferencia con goles al minuto 54 y 80. La expulsión de Lorenzo Lucca al 76’ dejó al Napoli con diez hombres, facilitando la goleada final con los tantos de Ricardo Pepi y Couhaib Driouech. McTominay logró marcar un doblete, pero sus esfuerzos fueron insuficientes para evitar la humillación.
Conte: “Nueve fichajes fueron demasiados”
El técnico Antonio Conte reconoció que la integración de nueve jugadores nuevos tras el título de la Serie A 2024-25 ha generado dificultades. “Este año va a requerir mucho esfuerzo. Tenemos que encontrar la química adecuada y aprender a jugar juntos”, afirmó, destacando la importancia de la unidad y la disciplina en el vestuario.

El entrenador insistió en que la derrota no es solo un accidente, sino un reflejo de problemas más profundos de cohesión y concentración. “No es un tema de actitud, sino de gestión de los momentos y concentración”, subrayó. Conte también ironizó sobre su responsabilidad: “Debí ser más agresivo desde el banquillo. La próxima vez usaré un látigo”, aseguró.
Críticas y desafíos estructurales
El capitán Giovanni Di Lorenzo coincidió con Conte en que fue “una mala noche donde todo salió mal” y advirtió que el equipo se siente frágil tras la llegada de tantos refuerzos. En defensa, la ausencia de Kim Min-jae y la inseguridad de Buongiorno han dejado enormes espacios, mientras que el mediocampo todavía busca equilibrio a pesar del talento de De Bruyne.
El contexto externo tampoco ayudó: 180 aficionados napolitanos fueron arrestados antes del partido en Eindhoven, creando un ambiente tenso que afectó la concentración del equipo.
Mirando hacia adelante
Con solo 3 puntos en tres jornadas, el Nápoles deberá reaccionar rápidamente para mantener vivas sus opciones en la Champions League. La próxima fecha recibirá al Eintracht Frankfurt, y un nuevo tropiezo podría complicar seriamente la clasificación.

Conte subrayó que la recuperación dependerá del trabajo colectivo y la paciencia: “Todos debemos esforzarnos, yo primero. Este año requiere sacrificio, humildad y unidad”. El técnico del Napoli dejó claro que la solución pasa por consolidar el equipo y dar tiempo a los nuevos integrantes para integrarse plenamente.