Antonio José Medina3 min lecturaDinamarca y Qatar no viven el mejor momento de sus relaciones. Y el próximo Mundial de fútbol no ha hecho sino hacer más relevantes sus discrepancias. Hace una semana, la marca que viste a la selección, Hummel, y el propio combinado danés presentaban la camiseta que los jugadores llevarán para afrontar esta cita mundialista.
Y sorprendía cuando, al mostrarla, sobre el rojo habitual apenas se podría ver el escudo danés y el símbolo de la marca. El motivo es que, según anunciaron, era una camiseta de protesta. La empresa deportiva danesa que viste al equipo nacional no quería "ser visible" por el “historial de derechos humanos” de Qatar. “No queremos ser visibles durante un torneo que le ha costado la vida a miles de personas”, indicaba en la presentación.
Esta protesta se basa en la investigación publicada por The Guardian en 2021 por la que “más de 6.500 trabajadores inmigrantes de India, Pakistan, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka" habían "muerto en Qatar desde que obtuvo el derecho a organizar el Mundial de Fútbol”.
La respuesta de el país organizador no se hizo esperar. El Comité Supremo (SC) de Qatar 2022 rechazó la acusación, culpó a los daneses de "trivializar" su "compromiso para proteger la salud y la seguridad de los 30.000 trabajadores que construyeron los estadios de la Copa Mundial de la FIFA" y añadíeron que, el legado del fútbol "ha contribuido a la realización de importantes reformas en el sistema laboral, promulgando leyes que protegen los derechos de los trabajadores y garantizando la mejora de sus condiciones de vida".
Al tiempo que instaban a "la DBU -Federación de Dinamarca- a que transmita con exactitud el resultado de su amplia comunicación y trabajo con el SC, y a que se asegure de que esto se comunique con exactitud a sus socios en Hummel".
En esta pelea sin fin la respuesta de Dinamarca ha llegado hoy. La selección danesa, en la que estarán previsiblemente los jugadores del Sevilla FC Thomas Delaney y Kasper Dollberg, ha confirmado que reducirá al máximo su actividad en el país para minimizar los ingresos que obtenga la organización.
Y que, por tanto, los jugadores viajarán al Mundial de Qatar 2022 sin sus familias. "No queremos contribuir a generar ganancias para Catar; por lo tanto, hemos reducido al máximo nuestras actividades de viaje. En anteriores Mundiales, las esposas y novias de los jugadores han viajado con la directiva, pero, como dije, hemos cancelado esos viajes", señala Jakob Hoyer, gerente de comunicación de la Federación, quien sabe que esto será más un gesto que un perjuicio económico para el país organizador del Mundial.