Una vez más, Joaquín Caparrós se ha convertido en el apagafuegos del Sevilla FC. Un papel que ya adoptó en la campaña 17/18, cuando dirigió los cuatro últimos encuentros tras la destitución de Montella, y en la 18/19, dirigiendo en ese ocasión hasta 11 encuentros una vez consumado el despido de Pablo Machín. En este caso, la idea es la misma. Las cuatro derrotas seguidas firmadas por el equipo nervionense se han llevado por delante el proyecto de reconstrucción liderado por Xavi García Pimienta y a Del Nido Carrasco y Víctor Orta no les ha quedado otra que apostar de nuevo por la eficacia probada del utreano, aunque también se barajó el ascenso de Jesús Galván desde el Sevilla Atlético. No había mucho más. Pocos técnicos asumirían un reto así a estas alturas del campeonato sin condicionar su llegada a un segundo año. Pero la idea en el seno del club de Nervión es volver a poner el contador a cero en la 25/26 con un nuevo entrenador y al anunciar el regreso de Caparrós ya se aclaró que se trata de una solución pasajera, firmando hasta final de temporada.
Durante su presentación, el técnico con más partidos en la historia sevillista fue cuestionado por la posibilidad de continuar más allá de las siete jornadas que tiene por delante para tratar de acabar la temporada de la mejor forma posible. Pero su respuesta no se salió del discurso del partido a partido: "Alavés, Alavés y Alavés". De puertas para afuera, sólo piensa en remontar el vuelo este próximo Domingo de Resurrección ante el conjunto vitoriano en el Sánchez-Pizjuán. Tampoco el director deportivo, Víctor Orta, quiso valorar esa posibilidad de prorrogar la estancia del utrerano en el banquillo y se adhirió de forma inteligente a su mismo mensaje. Pero el plan está claro en este sentido: a día de hoy no se baraja que siga más allá del 30 de junio.
Aunque ya se han encartado técnicos como Iñigo Pérez, más cerca de renovar con el Rayo Vallecano o decantarse por la oferta de Osasuna, aún no se ha tomado una decisión y se prevé un casting numeroso. En este sentido, ESTADIO Deportivo ya ha informado de que José Bordalás es uno de los que más gusta y comienza a ganar enteros, aunque maneja más propuestas y pediría al menos un contrato de dos temporadas.
Mientras tanto, Caparrós no renuncia a su sueño de seguir en la 25/26, como apunta el diario As. A sus 69 años, se siente preparado para afrontar un nuevo nuevo proyecto. En sus dos anteriores etapas cumplió con el objetivo de clasificar a equipo para Europa y no fue renovado. Ahora, aunque no lo exprese públicamente, aspira a ganar el máximo número de partidos para soñar incluso con meterse en la pelea continental. Si consiguiera ese milagro, tendría un argumento de peso para presentar su candidatura. Pero lo primero es "Alavés, Alavés y Alavés". Por si acaso, en su puesta de largo ya dejó claro que la edad no es un problema. "Estamos en un momento de la sociedad que no se miran la experiencia ni los conocimientos. Estamos desaprovechando mucho talento, no digo en mi caso, sino en otros, de gente mayor que tienen la misma energía e ilusión. Me considero mejor entrenador que hace años. Podemos ver entrenadores en toda Europa que peinamos canas y estamos perfectamente”, destacó en un elocuente mensaje contra el edadismo.