La falta al límite de Ander Herrera, la desesperación de En-Nesyri y el resto de imágenes del Sevilla-Athletic

El Sevilla FC se proyectaba al contragolpe en pleno alargue, después de una hora larga defendiendo el 1-0 que logró nada más empezar y que no pudo agrandar en el siguiente cuarto, donde llegó varias veces más para estrellarse contra Unai Simón. No quedaba ya casi nada. Se atisbaba a lo lejos la orilla, pero fastidiaba haber nadado tanto con una exigua ventaja para que Mikel Vesga les robara dos tercios del botín tan cerca de la meta. Como la cosa estaba en un intercambio de golpes y había espacios para correr, qué menos que intentarlo con dos velocistas frescos como En-Nesyri y Lamela. Y llegó la jugada que pudo cambiarlo todo.

Iñigo Martínez se equivoca, como Gudelj en la acción del 1-1, y mete el pie con tibieza, sin despejar el balón de verdad, para dejarlo muerto en la frontal. Su portero iba ya a ese palo para atajarlo, pero tuvo que rectificar sobre la marcha, dejando desguarnecida su portería. El 'Coco' aterrizaba con inercia, desde atrás y con la acción derivando hacia su pierna buena. El argentino se perfiló para hacer el segundo casi a puerta vacía, hasta que un igual, un esteta vestido de estajanovista, le derribó por detrás. Tan cerca de la línea que separa el área del semicírculo que pareció penalti. Gil Manzano le mostró amarilla, seguro de que Ander Herrera tocó a Lamela fuera, aunque las imágenes de televisión no lo dejaban del todo claro.

El VAR

Desde la sala VOR instaron al extremeño a verlo todo repetido en el monitor, por lo que en la grada y la mitad del terreno de juego se frotaban las manos. Pero lo único que consiguieron los sevillistas fue que el ex del PSG fuera expulsado, dando la mano al colegiado en señal de resignada aprobación. El otrora atacante del Tottenham lanzó el libre directo, desviado por la barrera a un córner desde la que partió, ya sí, la última jugada del encuentro. No despejó con contundencia el Athletic. Ni siquiera despejó, de hecho, quedando el balón muerto en el área chica para que Delaney, en cuclillas, la tocara de cabeza hacia un José Ángel Carmona dispuesto a volver a firmar la segunda victoria de la temporada. Sin embargo, emergió el portero titular de la selección española para dejar las tablas como estaban.

"No habría sido justo ganar al final", reconocía en un alarde de naturalidad Jorge Sampaoli ante los medios. De acuerdo, pero nadie podrá negar que no habría sido ni el primero ni el último triunfo de chiripa, a los puntos como en el boxeo o con suerte. Da exactamente igual, porque al valor anímico, muy importante, se habría unido uno deportivo incalculable. De momento, pocos mirarían con recelo este domingo el Cádiz-Espanyol cruzando los dedos para que acabe en empate, aunque, incluso así, el mejor balance goleador de los 'pericos' mandaría al Sevilla a puestos de descenso.