Las cuentas de Sergio Ramos y Víctor Orta

Acaba de cumplir 38 años y, aunque quizás exageró en Getafe cuando aseguraba sentirse "igual que cuando tenía 20", el caso es que Sergio Ramos se está cuidando y dosificando a la perfección en ésta su temporada de regreso al Sevilla FC. Cómodo en el sistema de tres centrales que ha impuesto Quique Sánchez Flores, el camero es capitán general en blanquirrojo. De hecho, sólo el polivalente Lucas Ocampos (2.958) ha disputado más minutos que él (2.581) en lo que va de curso y únicamente un delantero como Youssef En-Nesyri (14) mejora su aportación ofensiva, que se cifra en siete goles y una asistencia (a Nemanja Gudelj en Eindhoven). Unos números que, a falta de nueve jornadas para el final, ya constituyen su cuarto mejor registro en más de dos décadas de carrera en la elite, calcando los de la 13/14 (7+4 en 51 encuentros) y la 14/15 (7+1 en 42), pero en mil y casi dos mil minutos menos de juego.

De momento, quedan lejos pero al alcance del zaguero aljarafeño los diez tantos y dos pases decisivos de la 16/17, el 11+2 de la 18/19 y el 13+1 de la 19/20. Argumentos de sobra, por tanto, por ahora para justificar su renovación, aunque Víctor Orta echa sus propias cuentas y difícilmente pondrá sobre la mesa de Ramos una propuesta incontestable hasta mediados de agosto. En sus planes, según ha podido saber ESTADIO Deportivo, está la continuidad del '4'. Tiene más dudas con la de Jesús Navas. El problema es que en la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán no las tienen todas consigo todavía, vistos los precedentes, con la permanencia en Primera división, más cerca tras el triunfo en Getafe. Y se viene una necesaria remodelación de un plantel al que, antes que el rejuvenecimiento, le interesa sobremanera una reducción enorme de la masa salarial.

Mientras tanto, como ya es sabido, el canterano sevillista se está cubriendo las espaldas por si, finalmente, no recibe el 'feedback' deseado desde Nervión. Los últimos rumores lo vinculan con Los Angeles Galaxy e Inter de Miami, pero lo cierto es que no le faltarán propuestas de Ligas exóticas, más allá de la MLS. Un último gran contrato en Turquía, Qatar o Arabia Saudí, máxime como agente libre, supone una gran tentación para Sergio, obligado en el mejor de los casos a elegir entre corazón y cabeza. Ayudaría, claro, que Orta sea capaz de mejorar el millón de euros largo que aceptó percibir esta temporada el defensor por cumplir su sueño de volver a casa. La clave, como ya se ha dicho, es liarse un poco la cabeza y ponerle sobre la mesa un poco más (y mucho menos que en Estados Unidos o en Oriente Próximo) pero durante un año y otro opcional, condicionado a su participación en el primero. Un guiño de confianza que desequilibraría la balanza.