Nyland se lo ha ganado

Örjan Nyland es una de las claves de la mejoría del Sevilla FC. El noruego mejora ostensiblemente las prestaciones bajo palos de Marko Dmitrovic, por lo que muchos aficionados nervionenses le echaron de menos durante los dos meses largos que duró su convalecencia de la lesión miofascial que sufrió en noviembre en el cuádriceps de la pierna derecha. Los números globales ya evidencian que el '13' aporta más que el serbio (cuatro victorias con cada uno bajo palos, pero siete empates y sólo tres derrotas en el caso del nórdico, por los tres y doce, respectivamente, del balcánico), aunque, ciñéndose a LaLiga, todo queda mucho más claro. No en vano, con el ex del RB Leipzig, los blanquirrojos únicamente cayeron una vez en el torneo doméstico (1-0, con autogol de Sergio Ramos en las postrimerías de la visita al FC Barcelona en Montjuic), con tres triunfos y seis igualadas.

En esta fase de diez encuentros, Nyland encajó solamente una decena de tantos (un aceptable promedio de uno por duelo), dejando la portería a cero en dos ocasiones. Por ende, con él se sumaron 15 puntos de 30, encadenándose al fin dos sonrisas consecutivas. Fue en Vallecas, con un 1-2 en el que colaboró no sólo atajando disparos de Isi Palazón y compañía, sino iniciando un contragolpe con un saque en largo que En-Nesyri convertiría en la segunda diana de los visitantes. En el torneo doméstico, Dmitrovic participó en un 8 de 36, pues encajó 25 goles en 13 partidos, repartidos en dos victorias, dos empates y nueve derrotas, con dos veces imbatido. Una realidad que ha propiciado no sólo una riada de halagos presenciales y vía redes sociales para el de Volda, sino también alguna que otra disculpa, ya que su aterrizaje en lugar del traspasado Yassine Bono causó escepticismo y recelo.

Pero el titular de la selección noruega se ha ganado tanto el cariño de los suyos como la confianza del entrenador, materializada en su continuidad bajo los palos. Ahora, lo que se antojaba impensable vuelve a la palestra: el Sevilla medita ofrecerle una ampliación de contrato y prescindir en verano de su competidor, que también está por la labor de no cumplir el año de vinculación que le queda. Porque Nyland, pese a lo que se publicó en verano, sólo tiene firmado hasta el 30 de junio de 2024. Se negoció en su día la inclusión de un segundo curso opcional en el acuerdo, aunque las partes convinieron que lo más adecuado era asociarse por un año y, después, sentarse a hablar en el caso de que todos estuvieran contentos, como ocurre ahora. Cumplirá 34 años el próximo mes de septiembre, un factor que se tendrá en cuenta y que pierde importancia en una demarcación como la suya, donde la experiencia es un grado. Con todo, Víctor Orta fichará un portero, quién sabe si dos, para el ejercicio venidero.