Quique Sánchez Flores: "Tuve que decir cosas en el vestuario del Sevilla que no me gustan"
El que fuera entrenador del equipo de Nervión hasta el final de la temporada pasada, consiguiendo la permanencia en Primera división, habló sobre las dificultades que se encontró y explicó las razones por las que no quiso seguir como técnico del Sevilla

Quique Sánchez Flores, que hasta el final de la temporada pasada fue entrenador del Sevilla FC, aseguró con Josep Pedrerol que en el vestuario del Sevilla FC tuvo que decir cosas que no le gustan debido a la delicada situación deportiva que atravesaba el equipo el cual estaba coqueteando con el descenso a Segunda división.
Quique Sánchez Flores explicó que tuvo que decir cosas que no le gustan en el Sevilla para que el equipo reaccionara. "Me llegó el cansancio porque tuve que hacer cosas que, no diría que no estoy acostumbrado porque venía a hacer lo mismo en Getafe hacía dos años y esto no era tan matchball, ya que teníamos una plantilla muy buena, se tenían recuperar jugadores, pero tuve que decir cosas en el vestuario que no me gustan... les tienes que hablar de realidades y dices cosas que va un poco más allá de lo que es la liderazgo o las palabras que tienen que haber entre jugadores y un entrenador".
Quique Sánchez Flores aseguró también que tuvo que hacerlo debido a que la gestión de los grupos en el fútbol ha ido cambiando con el paso de los años. "Hoy en día la dirección de grupo considero que ha cambiado mucho. No es este despliegue de autoridad que había hace muchos años. Ahora tiene que haber una conjunción, una coordinación con los jugadores... respeto, liderazgo pero dependemos en gran medida de ellos (de los jugadores)".
Quique Sánchez Flores dijo que no fue fácil asumir el mando de un equipo en el que habían sido despedidos varios entrenadores en poco tiempo. "Con ese grupo ya había tenido que tomar atajos, porque no les valía ningún entrenador. No les valía Mendilibar, no les valía Sampaoli, no les valía Diego Alonso y al final alguien tiene que decir las verdades y a mí me tocó ese tiempo en el que había que ganar partidos y decir verdades".
Finalmente, hablando del Sevilla reveló que estar salvados desde tan pronto fue inesperado para todos y dio las razones por las que no quiso continuar como entrenador del equipo sevillista. "Cuando estuve reunido en Mérida con Pepe Castro, al que quiero mucho, con Junior (Del Nido Carrasco), con el que tuve muy buena relación, y con Víctor Orta, nos llegan a decir que faltando cuatro partidos para el final, con un calendario malísimo, estamos a 15 puntos de descenso, de la alegría hubiésemos dado con la cabeza en el techo. Lo tengo clarísimo. Para llegar a eso tuve que coger muchos atajos y decir muchas imprecisiones alguna vez. Seguramente, muchas cosas que a mi no me gustan, pero para mi ya era terreno quemado. Iba a haber un gran cambio en la plantilla, se iba a quedar muchos jugadores, pero yo no quería empezar un proyecto de cero".