A Tebas y LaLiga no les gusta que el Sevilla duerma la siesta

La siesta es una práctica española muy arraigada, incluso otros países como Alemania envidian esta costumbre tan nuestra. Bien es cierto, que la siesta está cargada de estereotipo, que es lo que ocurre con Andalucía, aunque los datos demuestran que su realización es menor que en otras aquí que en otras regiones de España. Incluso hay estudios que aseguran que más del 59% de los andaluces no duermen la siesta. En realidad, todo esto da igual cuando hablamos del Sevilla FC, de sus aficionados, jugadores y cuerpo técnico, ya que el conjunto de Nervión está abonado a jugar sus partidos en pleno horario de la siesta.

El cuadro hispalense tiene la vista puesta en el próximo encuentro en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante Osasuna, un partido crucial para salir de la mala racha que arrastra y para irse al parón con mejores sensaciones de las que ha ofrecido en las últimas jornadas. Ese partido será a las 16.15 horas, en plena siesta. Un horario al que a LaLiga parece haber asociado al conjunto nervionense, tal y como reflejan los datos.

Hasta la fecha, de las once jornadas disputadas, el Sevilla ha jugado cuatro de ellas o a las 14.00 o a las 16.15 horas, llegando a disputar tres partidos seguidos en esa franja horaria (Rayo, Barcelona y Mallorca). Pero es que de los próximos cuatro encuentros de Liga, tres de ellos son de nuevo a las 16.15 (Osasuna, Betis y Valencia). Es decir, que de las 15 jornadas de las que se conocen horarios, siete de ellas las ha disputado o las va a disputar en la franja de la siesta. Es más, se da la circunstancia de que estos horarios han comenzado a partir de la jornada seis, o sea, que entre la jornada 6 y la 15 va a disputar siete encuentros a una de esas dos horas.

El dato cobra aún más relevancia si se compara con el de la temporada pasada, cuando en las 38 jornadas de campeonato los sevillistas jugaron un total de 11 en esa franja horaria, estando este curso muy cerca de esa cifra cuando no se ha cumplido ni la mitad de la Liga.

Bromas aparte con el tema de la siesta, ya que todo hay que tomárselo con humor, lo cierto es que son dos horarios controvertidos, tanto para los futbolistas como para los aficionados, ya que ambos tienen que cambiar sus rutinas de alimentación por el fútbol.