Las sevillanas María Pujol y Miriam Gómez cruzan el estrecho de Gibraltar

Un reto de héroes por la India y el pueblo saharaui

Las nadadoras sevillas cruzan el Estrecho con un fin solidario: finalizar una escuela en la Inda a través de la Fundación Vicente Ferrer.

Un reto de héroes por la India y el pueblo saharaui
La delegada de Deportes, María del Mar Sánchez Estrella, ´despidió´ a nuestras deportistas antes de que hoy, a partir de las 11:00, comiencen su reto en el puerto de Tarifa. - Redacción
“Intentar atravesar el Estrecho ya es una hazaña, hacerlo en noviembre es una proeza mayor”. Con estas palabras, María del Mar Sánchez Estrella exaltaba un reto que hoy llevarán a cabo dos sevillanas, María Pujol y Miriam Gómez, quienes cruzarán el Estrecho desde el puerto de Tarifa con un fin solidario: finalizar la construcción de una escuela a través de la Fundación Vicente Ferrer en Mamallacheruvu, en la región de Gooty (India), y proporcionar más recursos a la Caravana de Alimentos para el pueblo saharaui a través de la Asociación cordobesa de niños y niñas saharauis (ACANSA).

Las dos deportistas hispalenses estarán acompañadas por la gaditana Fátima Souissi y la granadina María Principal Gallardo y, formando un equipo, tratarán de unir Europa y África, desde Tarifa hasta las proximidades de Punta Cires. Una distancia de entre 10 y 12 millas náuticas (entre 18,5 y 22 kilómetros) condicionados por la influencia de las fuertes corrientes que imperan en el Estrecho.

La salida está prevista para las 11:00 h y, según señaló Rafael Carmona, delegado en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla de la Fundación Vicente Ferrer, se espera que la temperatura del agua sea la ideal, en torno a los 18 grados, aunque “en el Estrecho la condiciones pueden cambiar en cuestión de minutos”. De hecho, se espera inestabilidad meteorológica en Andalucía a partir de hoy y, especialmente, mañana, cuando les tocará a los chicos, otros cuatro, cumplir con el mismo reto. El precedente del pasado año, en el que participó Rafael Carmona, lo cumplieron en unas tres horas y media, aunque la corriente les obligó a recorrer 20 kilómetros. “Fue precioso nadar junto a delfines y calderones”, señala. Hoy se prevé que sea bastante más duro.