Es la frase que más se escucha,
la venta del Sevilla es inminente, y el comentario que nadie confirma. Todo apunta a que el rumor va a ser, en este caso, la antesala de la noticia. Como es cierto que cotiza más el primero que la segunda; y que hay
más dudas, e inquietud por el futuro que se avecina,
que certezas en este asunto. Pronunciarse sobre si una hipotética venta va a ser beneficiosa o perjudicial implica pisar el terreno de la especulación, porque dependerá de quiénes sean los nuevos dueños y de qué proyecto deportivo presentan. ¿Manteniendo a los actuales gestores? ¿Con Monchi como presidente? Hay quien cree que es mejor cambiar de modelo para cortar de raíz la guerra actual y, sobre todo, para evitar que eas luchas intestinas se trasladen a los herederos de los paquetes mayoritarios.
La compra-venta de acciones sigue en marcha, eso es innegable.
Hasta 1.800 euros se están pagando por un título que en su día se adquirió
por 60 euros. Ese dato apunta a venta segura. Se rumorea, además, que se cierra el grifo, que quienes gobiernan el club están muy tranquilos. Tienen capital suficiente para controlar la Junta de Accionistas y van a dejar de comprar acciones. ¿Tienen también mayoría para vender la entidad a un capital extranjero? ¿Se van a poner de acuerdo quienes van con Del Nido y quienes apoyan a Castro para ganar todos y evitar las dudas que la batalla interna pueda generar en el comprador? Son
las grandes dudas en torno a un proceso con mucha información contaminada y con un preocupante oscurantismo.
Así está el entorno en los días previos a una Junta de Accionistas que tendrá lugar el 10 de diciembre y en la que
Del Nido va a pedir, sin éxito si se cumplen las previsiones,
la remoción íntegra del Consejo de Administración. El expresidente quiere su momento de gloria y aspira a formar un nuevo Consejo. Cuando menos, podrá ejercer -si lo solicita cinco antes de la Junta- el derecho de representación proporcional con el que tendría presencia en el consejo. Más interesantes se presentan los puntos décimo y undécimo del orden del día, en los que 'Accionistas Unidos', 'Federación de Peñas' y 'Tercera vía' quieren blindar la hipotética venta del Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán y de la ciudad deportiva; y conseguir que los abonados del Sevilla F.C. tengan preferencia sobre el extranjero o extraño en la adquisición de acciones.
Del respaldo o el rechazo que obtengan se podrán extraer conclusiones...
si el club no se ha vendido antes, pues legalmente existe esa posibilidad. Las cartas quedarán boca arriba en una Junta que puede marcar un antes y un después en el exitoso modelo de gestión del Sevilla.
Joaquín Adorna