Ha logrado en cinco partidos,
12 puntos de 15 posibles, que el
Sevilla recupere la cuarta plaza de la que disfrutó durante buena parte del arranque de la temporada y ha conseguido, con ese bagaje, que el club dependa de sí mismo para volver a la Champions la próxima temporada. Como ya hiciera la pasada campaña, cuando logró cuatro triunfos y un empate en cinco partidos para clasificar al Sevilla para la Europa League,
Caparrós está obrando el milagro y ha resucitado a un equipo que lo perdía todo con Pablo Machín.
Con dos salidas, la primera y decisiva a Getafe este próximo domingo y la otra al campo del Girona; y tres partidos en Nervión, Rayo, Leganés y Athletic de Bilbao, al Sevilla se le ha dibujado un
escenario impensable hace un mes, cuando hacía el ridículo en el Sinobo Stadium ante el Slavia de Praga y caía eliminado de la Europa League ante un rival teóricamente muy inferior. Tomó el mando Caparrós, ganó en Barcelona al Espanyol, se vio superado por el Valencia en el Sánchez Pizjuán (0-1), superó al Alavés (2-0), volvió a ganar a domicilio al Valladolid (0-2) y ha superado al Betis en el derbi para tener en su mano el 'pelotazo' económico que implica jugar de nuevo la Champions League.
El debate ahora está en la calle.
Si el Sevilla queda cuarto, ¿debe el club darle el proyecto de Champions a Joaquín Caparrós? El presidente, José Castro, ya ha manifestado que la decisión final tendrá que tomarla Monchi, pero avisa que es una opción que se valorará porque las sensaciones que transmite el equipo son muy buenas, los resultados acompañan y, en contra de quienes piensan que Caparrós no es un técnico moderno, en el club han comprobado que está más que actualizado y capacitado. De hecho, el propio Castro ha apuntado que Caparrós nunca tuvo antes una plantilla con la calidad y la solvencia que tiene la actual.
Queda la recta final y habrá que esperar para saber cuántos puntos es capaz de sumar el Sevilla en los seis encuentros que se tienen que disputar.
Caparrós ha tomado decisiones acertadas y ha logrado activar a los jugadores para que mejoren las prestaciones que estaban ofreciendo hasta la fecha. Ha cambiado el dibujo de Machín. Del 3-5-2 ha pasado a un 4-4-2 con el que ha logrado el equilibrio defensivo que tanto se echaba en falta, sin que ello haya mermado el potencial ofensivo de un Sevilla que suma 54 goles a favor y 39 en contra, con un balance de más 15 que sólo superan los tres primeros clasificados (Barcelona, Atlético de Madrid y Madrid).
Monchi tendrá la última palabra. El problema de salud del técnico no le afecta a su trabajo y si acaba cuarto y desea continuar en el banquillo, ¿quién le niega el premio de un proyecto Champions? Que sea sevillista no puntúa en un fútbol tan profesionalizado y con tantos millones en juego, pero con 504 partidos a sus espaldas en Primera división tiene el 'culo pelao', como lo tuvo el ganador Luis Aragonés; conoce el club, el plantel y al director deportivo; la afición le quiere y le respeta; y se lo habría ganado en el campo.
Joaquín Adorna
