Tenía experiencia en un Mundial (Pekín 2015, eliminada en la ronda clasificatoria con 63,86), pero a sus 33 años nunca había estado en unos Juegos Olímpicos.
El debut olímpico de la discípula de Luis Lizaso empezó con dos lanzamientos nulos y tuvo que esforzarse, en el tercero y último, para hacer, al menos, uno válido.
Compitiendo a las 9.10 de la mañana, con calor húmedo (36 grados a pie de pista y 64 por ciento), su marca fue la decimocuarta en el grupo A de clasificación.