Francisco Salas4 min lecturaLa Fórmula 1 es la categoría reina del automovilismo deportivo. Coches extremadamente potentes, por los mejores circuitos del mundo y con los conductores más hábiles. Es cierto que tiene muchas cosas alrededor, como lujos, celebridades, televisiones y mucho más, pero al final lo verdaderamente importante y en lo que al final se define la competición es una cosa, correr, correr más que el coche que llevas detrás. Los pilotos son auténticas bestias que conducen máquinas de más de mil caballos de potencia buscando demostrar que su equipo tiene el mejor coche y ellos las mejores manos, aunque eso les pueda costar incluso la vida.
Los caballos que tenga un coche de Fórmula 1 dependen en gran medida del motor, que es en gran medida lo que hace que un monoplaza mejor o peor, además de que todo lo de alrededor funcione. No hay diferencias muy grandes entre unos y otros a nivel estructural, ya que desde que en 2014 comenzara la denominada "era híbrida", todos son de motores de combustión interna V6 de 1,6 litros, combinados con dos unidades eléctricas llamadas MGU-K, que recuperan la energía de la frenada y la convierte en electricidad, y MGU-H, que utiliza el calor generado por los gases de escape para recuperar energía.
Gracias a esta hibridación, los motores de los F1 alcanzan una potencia totalmente superior a un motor de 1,6 litros 'normal'. Pese a que la cifra exacta de cada monoplaza no se conoce, se sabe que todos los coches de la categoría tienen en torno a los 1000 caballos de potencia, debido a que la unidad MGU-K aporta unos 160 CV, por lo que que el motor de combustión tendría alrededor de 840 CV. En la estos tiempos hay cuatro marcas fabricantes en el Mundial de F1: Mercedes, Ferrari, Renault y Honda. Todos ellos logran un rendimiento similar, aunque se estima que pueda haber una diferencia en torno a 20 caballos entre unos y otros.
La velocidad y la aceleración de coche de este tipo es algo increíble, ya que se cree que un F1 pasa de 0 a 100 km/h en 2,6 segundos aproximadamente, una aceleración muy similar a la que posee una MotoGP, pero siendo mucho más pesado, ya la aerodinámica posee un papel más importante para las velocidades que puede alcanzar, aunque cada vez las motos se esmeran más en este punto.
El piloto que más rápido ha ido jamás durante un Gran Premio de Fórmula 1 ha sido Valtteri Bottas, que alcanzó los 378 km/h con su Williams FW38 durante la clasificación del Gran Premio de Europa de 2016 en Bakú. En carrera el finlandés también posee el récord, ya que en en el GP de México del mismo años, llegó hasta los 372,5 km/h,